17.9 C
Paraná

8 de diciembre: día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María

De qué se trata esta festividad, que coincide con el armado del arbolito de Navidad.

Este jueves 8 de diciembre se recuerda la Inmaculada Concepción de María, fecha en que según la tradición católica significa que María fue concebida en el seno de su madre Ana sin el pecado original, fruto de una relación entre Ana y Joaquín, los nombres tradicionales con los cuales se reconoce a los padres de la Virgen, los abuelos maternos de Jesús.

La Iglesia católica contempla la posición especial de María por ser madre de Cristo, y sostiene que Dios preservó a María desde el momento de su concepción del pecado original, que había de transmitirse a todos los hombres por ser descendientes de Adán y Eva, en atención a que iba a ser la madre de Jesús, quien también es Dios.

¿Por qué es feriado en Argentina este 8 de diciembre?
A raíz del Día de la Virgen María, suceden dos cosas muy importantes en la Argentina. Por un lado, es la fecha en la que se acostumbra a armar el arbolito de Navidad y además será feriado en nuestro país y en algunos donde incluso resulta fecha inamovible.

Esta festividad se celebró por primera vez en España en el año 1644, pero fue declarado como día festivo en 1854 por el Papa Pío IX. Por su parte, en Argentina se proclamó feriado nacional porque es un país católico.

Leé también: https://entremediosweb.com/emitieron-alerta-por-tormentas-para-entre-rios-y-santa-fe

Oración del Papa Francisco a la Inmaculada Concepción de la Virgen María

Oh María, nuestra Madre Inmaculada,
en el día de tu fiesta vengo a ti, y no vengo solo:
Traigo conmigo a todos aquellos que tu Hijo me ha confiado,
en esta ciudad de Roma y en el mundo entero,
para que tú los bendigas y los salves de los peligros.

Te traigo, Madre, a los niños,
especialmente aquellos solos, abandonados,
que por ese motivo son engañados y explotados.

Te traigo, Madre, a las familias,
que llevan adelante la vida y la sociedad
con su compromiso cotidiano y escondido;
en modo particular a las familias que tienen más dificultades
por tantos problemas internos y externos.

Te traigo, Madre, a todos los trabajadores, hombres y mujeres,
y te encomiendo especialmente a quien, por necesidad,
se esfuerza por desempeñar un trabajo indigno
y a quien el trabajo lo ha perdido o no puede encontrarlo.

Necesitamos tu mirada inmaculada,
para recuperar la capacidad de mirar a las personas y cosas
con respeto y reconocimiento
sin intereses egoístas o hipocresías.

Necesitamos de tu corazón inmaculado,
para amar en modo gratuito
sin segundos fines, sino buscando el bien del otro,
con sencillez y sinceridad, renunciando a máscaras y maquillajes.

Necesitamos tus manos inmaculadas,
para acariciar con ternura,
para tocar la carne de Jesús
en los hermanos pobres, enfermos, despreciados,
para levantar a los que se han caído y sostener a quien vacila.

Necesitamos de tus pies inmaculados,
para ir al encuentro de quienes no saben dar el primer paso,
para caminar por los senderos de quien se ha perdido,
para ir a encontrar a las personas solas.

Te agradecemos, oh Madre, porque al mostrarte a nosotros libre de toda mancha de pecado,
nos recuerdas que ante todo está la gracia de Dios,
está el amor de Jesucristo que dio su vida por nosotros,
está la fortaleza del Espíritu Santo que hace nuevas todas las cosas.
Haz que no cedamos al desánimo,
sino que, confiando en tu ayuda constante,
trabajemos duro para renovarnos a nosotros mismos,
a esta ciudad y al mundo entero.
¡Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios!

Más leídas
En esta misma categoría
Nuestras redes
Relacionadas
Te puede interesar