Alberto Fernández se convertirá mañana en el primer presidente peronista en pisar la Casa Blanca en 20 años, después de la visita de Néstor Kirchner en 2003. El avión de aerolíneas argentinas en el que viajó junto a la primera dama, Fabiola Yáñez, y su comitiva, arribó a Washington hoy a las 17 (hora argentina – 16 hora local) para reunirse con Biden.
La expectativa está puesta en si mañana la Argentina recibe respaldo político del demócrata en cuestiones claves como una posible revisión del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que considere la sequía y el impacto de la suba de tasas del FED que encarece los créditos internacionales. Por otro lado, cada gesto será interpretado políticamente en la antesala de una nueva elección nacional.
A la comitiva que integran el canciller Santiago Cafiero; la portavoz, Gabriela Cerruti; y el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; se sumaron en la capital estadounidense, los ministros de Economía, Sergio Massa; y de Seguridad, Aníbal Fernández; y el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello. Los ocho funcionarios acompañarán al jefe de Estado a la Casa Blanca. También, viajaron especialmente la jefa de Gabinete de la Cancillería argentina, Luciana Tito, y su par de Economía, Leonardo Madcur.
Se estima que la recepción será similar a la que tuvo el flamante presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, en febrero último. Fernández podrá conversar con Biden sin límite de tiempo, aunque se estima que estas reuniones duran cerca de 90 minutos. Ese lapso incluye la recepción de funcionarios de cada administración.
Por Estados Unidos, estarán presentes al otro lado de la mesa Jack Sullivan (consejero principal de Seguridad Nacional), Antony Blinken (secretario de Estado), Juan González (consejero de Seguridad Nacional para América Latina), Christopher Dood (asesor presidencial para América Latina) y Marc Stanley (embajador de Estados Unidos en Argentina). La incognita es si finalmente se sumarán Janet Yellen, secretaria del Tesoro, y Karine Jean-Pierre, secretaria de Prensa de la Casa Blanca.
El comunicado oficial de la secretaría de prensa de la administración demócrata, Karine Jean-Pierre informó el último sábado a la medianoche el temario de la bilateral con Joe Biden: los minerales críticos, el cambio climático, el espacio y la tecnología, como también la cooperación económica y los valores compartidos de inclusión, democracia y la protección de los derechos humanos.
Para el gobierno argentino el objetivo del encuentro es lograr mayor apoyo político de la Casa Blanca ante el difícil escenario que presenta la economía global en el marco de la suba de tasas de interés de la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos, una cuestión que impacta negativamente en los países endeudados con el FMI como es el caso de la Argentina.
Es decir, esa decisión de la FED encarece los créditos internacionales. La explicación técnica es que la tasa del FMI es igual a 1% más la tasa DEG más los sobrecargos. Y cuando sube la tasa de los bonos de Estados Undios, Reino Unido, euro, Japón o China, sube la tasa DEG (un promedio ponderado de las tasas de los bonos del Tesoro de esos 5 países). Entonces, cuando un banco central de esos países, como ocurrió recientemente en Estados Unidos, sube su tasa de referencia, se transmite a la tasa de los bonos de sus tesoros.
Por este motivo, el presidente insistirá con un reclamo iniciado por el ex ministro Martín Guzmán y sobre el que existe respaldo explícito de líderes mundiales: modificar la política de sobrecargos del FMI. Para ello, el respaldo de Biden podría ser trascendental.
Se suma que la Argentina atraviesa una sequía histórica que le costará al país entre 15 mil y 20 mil millones de dólares. Un problema exógeno a la gestión del gobierno que complica el cumplimiento del acuerdo con el FMI que se firmó en un escenario diferente. Fernández argumentará, además, que la sequía se relaciona con el impacto del cambio climático (una tragedia ambiental provocada principalmente por los países del norte).
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Estados Unidos es el principal accionista del FMI y ya intervino políticamente para avanzar con el acuerdo en el momento de su aprobación. Es por ese canal entonces y no por otro más técnico – financiero que el gobierno argentino reiterará su reclamo en el Salón Oval sobre la necesidad de modificar la política de sobrecargos que afecta a los países más vulnerables deudores del Fondo.
En otro orden, cada gesto de Biden, comenzando por la invitación, tendrá su lectura política en la antesala de la elección nacional. El estadounidense ha destacado la postura moderada de Fernández en los asuntos latinoamericanos. Cuando fue Lula, la estabilidad en la región fue tema de conversación.