Si hay interna, que no se note. Bien podría ser esa la frase que grafique la decisión del presidente Alberto Fernández de tomarse unos días e irse a descansar este fin de semana largo a Chapadmalal. Así, el mandatario dejará atrás la fuerte interna que atraviesa el Frente de Todos en general y su gobierno en particular por la inseguridad. El corolario fue el ataque al ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, en el marco de una protesta de colectiveros por la muerte de un chofer en situación de robo.
El ataque y las repercusiones revelaron la mala relación entre Provincia y Nación, con cruces mediáticos de alto voltaje entre Aníbal Fernández y el gobernador Axel Kicillof. El mandatario es además el protegido de la vice, Cristina Fernández de Kirchner y el dirigente en el que apuestan muchos en el núcleo duro K a futuro. El presidente quedó en medio de una interna que desnudó la falta de comunicación con un actor clave en el Frente de Todos.
Alberto Fernández no habló del tema y pasará el fin de semana largo en la residencia presidencial de Chapadmalal, acompañado por su familia y por algunos colaboradores cercanos. El presidente llega a la ciudad balnearia luego de un viaje que duró menos de un día a Chile. Según indicaron desde Casa Rosada, no será todo descanso: analizará las repercusiones de las nuevas medidas económicas que comunicó el ministro Sergio Massa, con la implementación de un dólar diferencial para el sector agrícola y para otros sectores vinculados a las economías regionales.
En el Ejecutivo creen que con el nuevo “dólar agro” se debería acelerar la liquidación de divisas de manera significativa en los próximos 45 días. La estimación del equipo económico es que deberían ingresar al menos USD 5.000 millones, más otros USD 2.000 millones por economías regionales. El Gobierno necesita resultados, en una semana que económicamente mostró -una vez más- malas señales de cara a lo que se conocerá la semana que viene: el índice de inflación. Los sondeos privados indican que el porcentaje se ubicaría por encima del 7% a nivel nacional.
Otro de los motivos para recluirse, señalan desde las filas del gobierno, es preparar la visita, que se concretará el próximo martes 11, de la subsecretaria de Estado del gobierno estadounidense, Wendy Sherman. La funcionaria de 73 años es una diplomática de confianza del presidente Joe Biden y fue designada por el mandatario como supervisora del puente de financiamiento que acordaron cumbre entre ambas semanas atrás.
Una de sus misiones en Buenos Aires -donde se reunirá con Massa y con el canciller Santiago Cafiero- será la de supervisar los avances para que desde organismos multilaterales como el Banco Mundial llegue mayor financiamiento hacia la Argentina y que no se tense más la relación con el Fondo Monetario Internacional.
El presidente también trabajará sobre las ideas que expuso en Chile, donde mantuvo una reunión virtual con otros presidentes latinoamericanos en una suerte de cumbre virtual para analizar la problemática de la inflación en la región. Una de las iniciativas que propuso Fernández fue la de utilizar un swap de monedas como el que Argentina utiliza con China. Así, cree que se podrá reducir el incremento que se da en el sector de alimentos. Además de que se ahorrarían las reservas en dólares.
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En tanto, esta será también una semana clave en la que el jefe de Estado analizará cómo sigue el armado del proceso dentro del Frente de Todos para ir a unas PASO en las que se definirá la fórmula del oficialismo que competirá en las elecciones de este 2023. El viernes 14, además, se difundirá a través del INDEC el índice de inflación de marzo y el pronóstico de que superará nuevamente el 7% enciende las alarmas en el Gobierno.