Una insólita situación se vivió este lunes en el río Paraná en la zona comprendida entre las localidades bonaerenses de San Pedro y Baradero. Un grupo de pescadores, que regresaban al puerto tras realizar sus tareas diarias, lograron divisar lo que sería una ballena, jugando cerca de las costas.
Ante la sorpresa de la presencia del animal, lograron captar las imágenes con un video que rápidamente de viralizó a través de las redes sociales.
Antecedentes
No es la primera vez que se observa a un ejemplar de estos animales en la zona del Río Paraná. Hace unos años, también registrado por un grupo de personas, se constató la presencia de otra ballena a la altura de la ciudad de Campana.
El animal había sido visto por la zona de la Vuelta del Dorado donde un vecino de la isla logró filmarla. Pese a los esfuerzos de Prefectura para guiarla hasta el mar, la ballena murió en inmediaciones del río Talavera.
En el año 2019, una ballena de la misma especie había llegado a aguas del río Paraná, lamentablemente en esa oportunidad el animal no pudo volver al mar y murió.
Explicación
En ese momento, el doctor Mariano Sironi, director científico del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) explicó la naturaleza de este fenómeno poco frecuente.
“No es demasiado excepcional que una ballena ingrese a un curso de agua dulce con conexión al mar. Pese al avanzado sistema de orientación que poseen, a veces se pierden. Una vez que se hallan fuera del océano, comienzan los problemas», informó el especialista.
En esa línea, Sironi detalló que: «La piel de estos animales es muy delicada y adaptada al agua salada, que entre otras cosas es curativa. Estos ejemplares suelen tener pequeñas lesiones en la piel propias de la especie, muchas veces producidas por roces, que en su medio habitual sanan, pero en agua dulce se infectan».
Además, según el director del ICB, otro punto en contra para estas ballenas «es el gran esfuerzo que les depara el desafortunado trance de nadar en un río».
«Las ballenas necesitan salir y mantenerse en la superficie para respirar. Como es sabido, el agua salada favorece la flotabilidad, por lo que realizar el ascenso en agua dulce les exige un mayor gasto de energía”, concluyó. Fuente: ADN Sur.