El funcionario brindó un detallado informe sobre el armamento que el Gobierno de Juntos por el Cambio habría proporcionado a la dictadora Jeanine Añez, por lo que el presidente Alberto Fernández le envió una nota a su par boliviano, Luis Arce, para lamentar el hecho y expresarle su «dolor y vergüenza».
«El Gobierno de Macri le dio a las fuerzas armadas bolivianas munición para reprimir las protestas del 2019; días después de este hecho se realizaron las masacres de Sacaba y Senkata», recordó Mayta.
El material enviado por la gestión de Macri a Bolivia consistió en cartuchos de municiones, granadas de gas y gases lacrimógenos, según el canciller.
En este marco, Rogelio Mayta dio a conocer una carta de un jefe militar boliviano fechada el 13 de noviembre de 2019 al entonces embajador argentino en La Paz, Normando Álvarez García.
La nota del general Jorge Gonzalo Terceros Lara, comandante general de la Fuerza Aérea boliviana, dijo a Álvarez García que se dirigía al diplomático para «agradecerle por la colaboración prestada a esta institución armada en el marco del apoyo internacional entre nuestros países debido a la situación conflictiva que vive Bolivia».
El militar describió que «se recibió el siguiente material bélico de agentes químicos: 40 mil cartuchos AT12/70; 18 gases lacrimógenos en spray MK-9; 5 gases lacrimógenos en spray MK-4; 50 granadas de gas CN; 19 granadas de gas CS, y 52 granadas de gas HC».
Pedido de disculpas de Alberto Fernández
«Dolor y vergüenza», afirmó sentir el presidente Alberto Fernández en una carta que hace apenas unas horas le remitió a su par boliviano Luis Arce, luego de haber tomado conocimiento de la nota que se encuentra en la embajada argentina en Bolivia y que fuera enviada por el golpista Terceros Lara el 13 de noviembre de 2019, apenas tres días después de consumado el golpe contra Evo Morales.
En la Casa Rosada sostienen que la nota de Terceros Lara no sólo complica aún más al militar boliviano ante el proceso judicial que enfrenta en su país sino que ahora incorpora a Macri como un «partícipe necesario de la sedición en Bolivia».