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Caída del Puente Colgante: el recuerdo del hermano del ciclista que cruzó durante el desastre

Un 28 de septiembre de 1983 a las 16.25, el gigante santafesino fue derribado por la crecida del río. Un testigo del hecho falleció hace días y así lo recuerdan.

Es conocida no solamente en la ciudad de Santa Fe, sino también en la provincia, la historia de Evaristo. A sus 74 años, el hombre que llevó sobre sus espaldas haber cruzado el Puente Colgante mientras se caía, falleció el pasado sábado. Su hermano Carlos, en diálogo con Telefe Santa Fe, lo recordó y volvió a describir esa historia con tintes mágicos.

«Yo venía de trabajar en el Puerto y apenas llego me dicen ‘están dando que se cayó el Puente y uno iba pasando’. Yo ya sabía. Es mi hermano. Dejé el bolsito y fui. Llegué y vi el puente caído. Yo lloraba», comenzó relatando Carlos.

Y continuó: «me volví, agarro el Carretero hacia la ciudad y lo tenían los periodistas a mi hermano. Y le pregunto ‘¿Qué pasó’? y me responde ‘casi me mato, me salvé ahí no más’. Antes el Puente Colgante tenía piso de madera, y tenía hendijas finitas. Él tenía rodado 28, la rueda finita. Así que él pasaba con la bicicleta al lado».

El video del relato

Sobre el diálogo con su hermano tras el hecho, detalló: «me dice ‘cuando llego a la mitad del Puente, vi que no iba a llegar. Largué la bicicleta’. Él creía que estaba descompuesto, que se estaba mareando. Pero era el Puente que bamboleaba. Miró para arriba y se cortó un cable. Ahí se dio cuente. Empezó a caminar ligero y vio que no iba a llegar. Largó la bicicleta y empezó a correr. Llega a la parte que queda parada y cuando siente el ruido y mira hacia atrás, estaban los cables en el agua. ‘Me asusté, yo pensé que me mataba’, me dijo.

Además, recordó que él había tenido un presentimiento la noche previa. «Yo tenía a mi hermana que estaba enferma y la fui a ver. Agarré la bicicleta y me fui a verla. Estuve con ella hasta las 10 y media y me dijo ‘Carlos, andate porque andan estos locos en La Costanera, no va a ser que te choquen’. Me vine. A las 11:25 llegué al Puente, me prendí un cigarrillo y me quedé mirando. Nosotros nacimos ahí, en Piedras Blancas. El Puente temblaba. El río estaba crecido. Yo aprendí a nadar, Evaristo empezó a nadar. Decía ‘no te caigas nunca'».

Finalmente, Carlos describió cómo la historia acompañó a Evaristo toda su vida. «Murió hace tres días. Él tenía 74 años, fumaba mucho. Yo siempre lo notaba ido, serio. Pero andaba bien. La gente lo apreciaba mucho. Él supo jugar al fútbol y le decían ‘ahí va el loco del puente'».

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