La gran recesión y crisis por la que atraviesa la economía argentina ha alcanzado, quizás el producto principal de la canasta básica de alimentos de los argentinos; el pan. Su consumo ha bajado ostensiblemente y a consecuencia de esto el cierre de panaderías.
Miguel Ángel Di Betta, presidente de la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines -Faipa-. «En el lapso de estos últimos tres años el consumo de pan ha bajado. Históricamente, el consumo era de 90 kilos anuales per cápita y este año ese número ha bajado a 75 kilos de consumo por persona», reveló el empresario panadero sobre la angustiante crisis que atraviesa su sector.
Números. Según explican los panaderos, los costos han tenido un aumento considerable en los últimos tiempos. La Bolsa de harina, por ejemplo, costaba 230 en 2018 y ahora ronda los 900 pesos.
Uno de los efectos más dramáticos de esta crisis es el cierre de locales. Se calcula que durante todo el año pasado, bajaron sus persianas cerca de 1000 panaderías en el país. En lo que va de 2019, ya contabilizaron 150 locales menos.
Preocupación. Di Betta contó que han hecho saber su preocupación a los dirigentes nacionales y provinciales pero nadie toma medidas. «Los diferentes llamados que hemos hecho a los dirigentes nacionales y provinciales no hemos recibido ninguna contestación por eso vamos a decretar de nuevo la emergencia nacional», relató.
Para Di Betta una de las principales causas de la crisis del sector es el precio del gas, que impacta directamente en el precio final del producto. «El lunes hay una reunión muy importante que es un proyecto que vamos a presentar de ley de emergencias a nivel país para ver si nos dan un poco de certeza. También les hemos hecho saber que estamos descontentos con el gas porque antes teníamos un descuento y ahora lo sacaron», concluyó.