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Christe: «Soy inocente, a Juli la amaba con el alma»

“Soy inocente. A Juli la amaba con el alma. Tengo la conciencia tranquila de que nunca le habría hecho daño”. Esas fueron las púnicas palabras que pronunció Jorge Julián Christe durante el juicio y tras los alegatos de Fiscalía, querella y defensa.

Las partes defendieron las teorías que llevaron al debate ante los jurados populares. El fiscal Ignacio Aramberry pidió a los jurados que declaren la culpabilidad de Christe para “reparar un poco” el dolor de la familia de Julieta Riera y “hacer justicia para la sociedad”. La querellante Corina Beisel hizo la misma solicitud: “Es necesario que evalúen las pruebas con perspectiva de género”.

Los defensores Franco Azziani Cánepa y Ladislao Uzín Olleros, en contraposición, requirieron al jurado popular que declaren la inocencia de Christe. “Que le permitan volver a su casa con su hijo y hacer el duelo de su pareja en paz”.

El debate pasó a un cuarto intermedio tras el cual, el juez técnico Elvio Garzón retomó la dirección de la audiencia para instruir a los jurados antes de pasar a deliberar.

“Christe es un violento de manual”

El fiscal Ignacio Aramberry, sostuvo este jueves por la mañana que Christe golpeó a Julieta Riera en el departamento 5 del octavo piso del edificio del Instituto del Seguro, frente a la Plaza 1 de Mayo de Paraná, la madrugada del 30 de abril de 2020. Aseguró que la chica se defendió y eso quedó probado porque Christe tenía marcas en su cuerpo y porque había material genético de él en las uñas de Julieta. Agregó que la estranguló hasta dejarla inconsciente y después la arrojó por el balcón. Subrayó que se trata de un homicidio agravado porque Julieta era su pareja;  porque actuó sobre seguro, sin riesgo para él, y por el contexto de violencia de género.

“Había huellas genéticas en las manos de Christe y en las manos de Julieta. Los lentes de ella estaban rotos debajo del sillón, había una alfombra estrujada al lado del balcón. La caída de Julieta fue sin impulso, un peso muerto, sin instinto de supervivencia, cayó desvanecida por el ahorcamiento y sentida por la ingesta de bebidas alcohólicas”, afirmó.

“Christe es un violeto de manual. En su vida diaria era violento, en el edificio, en la poca convivencia y contacto social con el exterior, rompía plantas, vidrios, escribía paredes, participaba de grescas, sufría lesiones con botellas, agredió a su ex novia. Están los mensajes que Julieta le mandó a la madre de Christe diciendo que él era violento y lo iban a denunciar. Por sobre todo, Christe fue violento con Julieta y ella aceptó esa violencia, envuelta en una telaraña, la que construyó el imputado intentando sacarle su individualidad. Cuando la madre y hermana de Julieta le decían que se quede, ella decía que no, que volvía porque Christe la esperaba. La violencia fue escalando por las drogas y el alcohol, los celos en la pareja de su hermana. Se fue tornando en el aislamiento de Julieta, la depresión, él la aisló, la fue metiendo en su vida aislada del mundo”, expuso.

“Además de esa violencia descripta, Julieta tenía marcas en el cuerpo, porque ella habló a través de sus marcas. Julieta estaba atrapada, encerrada, encarcelada en ese lugar. La madre de Christe recibió un pedido de ayuda de Julieta, porque ella pidió ayuda. Le pidió ayuda a la novia del portero también. Christe no ayudó a Julieta cuando se cayó, no la auxilió. No tenía una emergencia, tenía un problema y por eso fue a la casa de la persona que le solucionaba todos los problemas: su madre. Eso es inexplicable”, valoró el fiscal.

“Julieta fue amiga, hija, hermana, madre. Christe la fue privando paulatinamente de todo eso hasta que un día la privó de la vida. La muerte de Julieta es irreparable. A través del veredicto de culpabilidad podrán reparar algo de todo eso, traerán un poco de paz a la familia de Julieta y un poco de justicia a la sociedad”, concluyó.

“No se dejen llevar por estereotipos”

Corina Beisel, abogada querellante, refirió al contexto de violencia que rodeó la pareja. “Los vecinos hablan del carácter agresivo de Christe. Contaron acá que le vieron moretones a Julieta. Ella misma pudo contar que Christe la ataba contra su voluntad en las relaciones sexuales, lo cual confirma los abusos sexuales. Las vecinas hablaron de la agresividad de Christe y no fueron hechos aislados. Está probado con la cantidad de objetos rotos, las manchas de sangre donde vivía. Esa agresividad constituyó violencia, es violencia. Esa violencia que Christe ejercía contra Julieta. Ella no contaba con las herramientas suficientes para pedir ayuda. No tenía teléfono, no se manejaba sola por la ciudad, dependía económicamente de él. Además, ella misma se lo dijo a la madre de Christe”, alegó la abogada.

Habló del “perfil psicológico del acusado, la relación desigual de poder entre ellos dos”. “Las psicólogas encontraron estereotipos culturales. Recuerden que se presentó como sostén económico, de traslado, había asimetría entre ellos, además de los celos. Christe habló de los empujones que le daba, que él no lo veía como violencia”.

Marcó después que la alevosía es un agravante. “Actuó sobre seguro. La tiró inconsciente. La dejó indefensa. Aprovechó eso para matarla, sin riesgo para él. Esto fue probado en la autopsia y las pericias anatomo patológicas. Ella no pudo poner sus manos al caer”, señaló.

La representante de la familia Riera dijo que “esa noche, en ese lugar había solo dos personas. Respecto de una de ellas las pruebas muestran quién es el culpable, la otra persona no tiene voz. Históricamente las mujeres hemos estado calladas, invisibilizadas, a través de este tipo de hechos el patriarcado se asegura dejarnos sin voz. Este hecho es un femicidio. Es la culminación de un proceso de violencia que padecía Julieta, en subordinación con su agresor”, manifestó.

“Es necesario que evalúen la prueba con perspectiva de género -pidió-. No se dejen llevar por estereotipos. En Mar del Plata hubo un caso hace un tiempo: el caso de Lucía Pérez. En el primer fallo se absolvió a los tres imputados por abuso sexual con acceso carnal que resultó en la muerte de Lucía. Algunos fueron condenados en ese primer fallo por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. En Casación fue anulada esa sentencia. Lucía no coincidía con los roles que asigna el sistema patriarcal a las mujeres porque fumaba, tomaba alcohol y no ordenaba la casa. Entonces no coincidía con los estereotipos asignados por el patriarcado. Por favor, no cometan el mismo error. Descarten el hecho de que el autor haya dado aviso a la Policía. Les pido que dicten su culpabilidad”, culminó.

“Esa noche no hubo un femicidio”

El defensor Franco Azziani Cánepa preguntó a los jurados si consideraban probada la acusación de Fiscalía, tal como lo habían prometido al inicio del debate. “Si Christe fue a la Policía para ocultar un crimen tenemos que decir que fue el ocultamiento más tonto de la historia”, aseguró. “Se le reprocha no haber llamado a la ambulancia, no haber prestado auxilio. No sé quién llamó a la ambulancia. Todos los que ingresaron a ese departamento coincidieron que en el lugar había desorden, pero no violencia. Además estuvieron por horas en presencia de un supuesto criminal, lo tenían sentado mirándolo y escuchándolo. Treinta y cinco lesiones le imputó Fiscalía a Christe antes de la muerte de Julieta, también le achacaron abuso sexual. Pero no activaron ningún protocolo”, cuestionó.

“La autopsia no fue filmada. Creemos que los hechos imputados no existieron”, remarcó. Abonó la teoría del “accidente porque las otras teorías pueden ser desechadas”. ¿Tienen certeza absoluta de lo que imputó Fiscalía? ¿No pudo haber pasado otra cosa? Escucharon los problemas de visión que tenía la señorita, los problemas de consumo de alcohol. Esa fatídica noche no hubo un femicidio, la promesa de Fiscalía no se cumplió”, determinó el abogado. “Vamos a pedirles que declaren a Christe no culpable, inocente y le permitan la posibilidad de volver a su casa con su hijo y hacer el duelo de su pareja en paz”, solició.

“Cobardes y pusilánimes”

A su turno, Uzin Olleros acusó de “cobardes y pusilánimes que se refugian en la gratuidad de las redes sociales, o la mala libertad de prensa” a quienes “pretenden instalar que ustedes se refugien en la biblioteca del escrache, pero ustedes deben refugiarse en la biblioteca de lo que pasó acá”, ordenó.

“Esa noche fue una noche de lujuria, sexo, drogas y alcohol, y en ese chacoteo uno de los dos se cayó por el balcón. Hubiésemos podido alegar eso pero no lo hicimos porque eso sería un homicidio culposo que, en el peor de los casos sería una pena de ejecución condicional. Vinimos acá con la versión de la verdad, no de la mentira. Todo lo que hizo la Fiscalía fue una construcción maniquea y perversa”, lanzó.

“Julieta no era tan frágil y sometida por un macho violento. Esos actos no existieron, son una fábula, una maraña tejida porque a una muerte le quieren agregar otra muerte. Porque si lo condenan a ese chico, se viene la muerte civil. La reclusión de un inocente es una forma perversa de muerte”, dijo, con el habitual tono rimbombante que usa en las audiencias.

“Cuando pasó esto veníamos del caso de Fátima Acevedo, donde el Estado no hizo nada con las denuncias. Y Fátima fue ultimada por un macho violento. Pero estaban los avisos, las denuncias y los reclamos. Este chico no tiene antecedentes. Repudiamos todos los actos de violencia por cuestión de género. Pero también repudiamos que se condene un inocente”, aseguró.

Criticó después la autopsia y dijo que “es un mamarracho, un dislate, un papelón”. “Ante las deficiencias de autopsia se pidieron dos informes complementarios. No hay una filmación, esa es la seriedad de la autopsias de la Morgue provincial. Esa Morgue que entregó a la familia del muchacho Cabeza el cuerpo de una mujer. Por eso hoy está intervenida por el Superior Tribunal de Justicia (STJ)”.

Por último pidió a los jurados populares, que tienen en sus manos la decisión de culpabilidad o inocencia, que “sean esclavos de la verdad y la ley”. “Ese chico es inocente”, reiteró.

rollaron este jueves los alegatos en el juicio por jurados contra Julián Christe, que analiza su participación o no en el femicidio de Julieta Riera, quien cayó de un balcón de un edificio céntrico de Paraná. El acusado brindó testimonio en la instancia final del juicio y se declaró libre del cargo. “Quiero decir que soy inocente y que a Juli la amaba con el alma”, aseveró. “Tengo la conciencia tranquila de que yo nunca le habría hecho daño”, expuso.

En tanto el abogado Ladislao Uzín Olleros, integrante de la parte defensora, expresó que a Christe lo atribuyen como “macho violento” pero cómo explican que ningún juzgado de familia o de menores no haya tenido ninguna denuncia, “ni siquiera en grado de tentativa”, a su entender esto indica que “todo es una construcción maniquea, no hay un solo antecedente, es todo una mentira”, afirmó el letrado.

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