A Daniela Gallo un escalofrío le recorre el cuerpo cuando se le pasa por la cabeza que su hermano, Diego Taus, podría haber sido otro Fernando Báez Sosa. Es que su hermano de 28 años, fue atacado a golpes por dos agresores que lo dejaron al borde de la muerte, de manera que aún lucha por su vida en el Hospital Municipal Francisco Caram, de Brandsen. Muy cerca de haber tenido el mismo final fatal del estudiante de Derecho que fue asesinado a golpes a manos de una patota de ocho rugbiers el 18 de enero de 2020, la ciudad balnearia de Villa Gesell.
El ataque ocurrió el pasado 31 de enero. Según contó Daniela, en diálogo con cronica.com.ar, su hermano cortaba el pasto en una vivienda, cuando fue interceptado por dos hermanos, quienes, a bordo de una moto, lo «invitaron a pelear».
«Mi hermano dijo que no, lo empezaron a correr, hasta que lo atraparon y le empezaron a pegar hasta dejarlo así», relató Daniela quien expresó desconocer si «su hermano tenía un conflicto de vieja data» con los atacantes, aun así, remarcó: «No hay justificativo para dejar a una persona así».
«Solamente unos cobardes puedan agarrar a una persona y reventarle la cabeza contra el piso sin parar«, destacó Daniela.
Diego quedó tendido en medio de la calle, totalmente inconsciente. Algunos vecinos lo asistieron y una ambulancia lo trasladó al Hospital Alejandro Korn de Melchor Romero, donde llegó en grave estado.
«Le bajaron todos los dientes, le dieron golpes en la cabeza, contusiones en todo el cerebro, hemorragias internas, fracturas en la zona de la nuca», son algunas de las lesiones con las que la víctima ingresó al nosocomio, contó Daniela. Afortunadamente, ayer el joven herido fue trasladado al Hospital Municipal Francisco Caram, donde ya fue estabilizado.
En cuanto a los presuntos atacantes, los mismos fueron identificados como Nahuel Basualdo alias «Wily» y Nicolás Basualdo, quienes 48 horas después de sucedido el ataque, ambos hermanos se presentaron en la comisaría de Brandsen, con su abogado defensor y quedaron detenidos, aunque se negaron a declarar. La causa fue caratulada como lesiones graves.
Es por eso que el principal temor de Daniela es que en el corto plazo los sospechosos de la golpiza de su hermano, sean liberados. «Tiene que existir otro Fernando para que paguen», sentenció.
Es que, aunque no resultó fatal el ataque del que fue víctima Diego, su hermana remarcó que las «secuelas que le dejaron le arruinaron la vida para siempre». Además, si bien en los últimos días Diego evolucionó en cuanto a su estado de salud, aún «nadie de la familia habló sobre el tema», porque está «alterado». «Todavía está en un proceso de ubicarse en tiempo y espacio», contó Daniela, quien manifestó que su familia está «destruida».
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«De ver una persona libre, hábil, y trabajadora, de repente lo vemos todo desfigurado, con heridas, totalmente destruido», expresó Daniela, que subrayó que lo único que la mantiene firme son las leves mejorías que demostró su hermano, y el pedido de Justicia para que «no haya que lamentar más Diegos, ni Fernandos».