Desde la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), en palabra de su delegada María Almirón, desmienten que el país vecino estudie un aumento del peaje para desalentar compras de uruguayos en Argentina. De esa forma se supone que buscarían una posición de mayor paridad entre los comercios uruguayos y los argentinos en cuanto a precios.
Desde 2018 está vigente la disposición que exonera del pago de la tasa de peaje de regreso los domingos y feriados durante todo ese día. Con esa normativa el objetivo era el desarrollo de las comunidades y el aprovechamiento del turismo extra-regional, recuerda el sitio El Telégrafo.
Sin embargo, hoy consideran que este descuento promueve el tránsito con finalidad de compra desde Uruguay a la Argentina. De esta manera se benefician de la diferencia cambiaria, perjudicando a pequeños comercios uruguayos.
Actualmente, un automóvil paga para pasar por el peaje 450 pesos uruguayos. Con tarjeta vecinal, este precio se reduce a 200 pesos uruguayos. Sin embargo, este último boleto además libera a quien lo porte de pagar el peaje de retorno. Sólo debe presentar el ticket del viaje de ida.
En ese sentido, Almirón destacó que en los últimos cuatro años -desde que está en vigencia el descuento- ningún centro comercial hizo un pedido. En ese sentido señaló particularmente a los de Paysandú y Fray Bentos (limítrofes con Colón y Gualeguaychú). Además, para tomar esta decisión se debería alcanzar un acuerdo. De esta manera, desmienten que Uruguay apruebe un aumento en el peaje hacia Argentina.
Los comerciantes manifestaron su postura respecto a la situación comercial de aquellos que se encuentran en localidades limítrofes. La intención es establecer una situación de mayor paridad, lo que inició una serie de acciones gubernamentales.
Tras el pedido de los comercios de Fray Bentos, por ejemplo, se incorporó una balanza en el puente entre esa ciudad y Gualeguaychú. El fin es confirmar que la mercadería que ingrese a Uruguay sea efectivamente de cinco kilogramos (límite permitido).
Entre Paysandú y Colón ya existe una balanza instalada desde el día de apertura del paso fronterizo. Sin embargo, sólo se utiliza en caso de que el funcionario aduanero observe que la mercadería que pretenden ingresar claramente excede los límites establecidos.