El sábado 27 de junio fue la última vez que abrió sus puertas el restaurante «La Rueda» de calle Gualeguaychú 679 de Paraná, tras 50 años de vida. La pandemia fue la estocada final para este emprendimiento familiar que fundó el matrimonio de Antonio Luvino y Teresa Pandiani en 1970, época donde florecía la gastronomía y la hotelería en la ciudad de la mano de la inauguración del Túnel Subfluvial.
«Con inmenso dolor queremos comunicarles que cerramos las puertas definitivamente luego de 50 años, agradecer a cada uno de nuestros clientes que nos apoyaron e hicieron de esto una gran familia», fue el comunicado en las redes sociales de Rodrigo Abatidaga, nieto de los fundadores y propietario del comedor desde hace dos años tras el fallecimiento de su papá Sergio, de quien aprendió a desenvolverse en el negocio.
«Nuestro público era gente grande, gente del barrio y nunca habíamos hecho delivery pero al enfrentar esta situación tuvimos que implementarlo pero no tuvimos la respuesta necesaria como para mantenerlo», lamentó Rodrigo Abatidaga en diálogo con Entremediosweb.
La especialidad de la casa eran las pastas, los tradicionales ñoquis de papá, tallarines, canelones y ravioles. Entre la carta también había platos de arroz con pollo, guiso de lentejas, polenta con albóndiga y locro. «Todos recetas antiguas y muy abundantes. Esa era la idea, sentir como que te cocinaba la abuela».
Con 28 años y a dos materias de recibirse de ingeniero para Rodrigo se termina más que un negocio familiar. Es el lugar donde su abuelo que llegó de Buenos Aires y se casó con su mujer de Rosario del Tala, fijó los cimientos de su familia. Entre las mesas del comedor su mamá fue la moza que tomaba los pedidos y los clientes ponderaban el sabor de la comida casera.
La pandemia se llevó otro tradicional restaurante de Paraná. La ciudad pierde el lugar donde se podía cerrar los ojos e imaginar que la que estaba en la cocina era la abuela.
De la Redacción de Entremediosweb.