Su caso fue de los más comentados en la última semana. Félix Lallana fue víctima de un ladrón que le disparó en el cuello en un intento de robo y lo dejó al borde de la muerte. El repartidor de pan, de 54 años, estuvo peleando por su vida hasta que finalmente le dieron el alta luego de ser baleado en la verdulería.
Este martes dio su testimonio respecto a lo ocurrido ese día y a los primeros pasos de su recuperación. En declaraciones a El Doce, comentó desde su vivienda: “Estamos muy bien todos, gracias a Dios. Contando la experiencia que ya pasó, por suerte”, comenzó diciendo.
De igual manera, limitó su alegría a sabiendas de que debe esperar los siguientes pasos de recuperación para finalmente salir adelante. Por lo pronto, disfrutó de la primera noche en su casa tras lo ocurrido.
La herida fue en el cuello, lo que le provoca grandes dificultades para hablar, tarea que le implica un importante esfuerzo. Pese a eso, desea salir a trabajar lo antes posible para seguir sustentando a su familia y comprar los medicamentos que requiere.
“Estoy tomando medicamentos; esperando para trabajar y poder comprarlos”, sostuvo el hombre que fue baleado por otro que fue compañero suyo en la secundaria.
Sin recuerdos
Lallana reconoció no recordar nada respecto a lo sucedido cuando fue baleado en la verdulería, hecho por el que, tras pasar algunos días internado, finalmente le dieron el alta. “Es como si estuviera viviendo una película del regreso, es algo inexplicable”, sentenció.
El hecho se produjo en una verdulería del barrio Matienzo el domingo 21 de mayo, a las 8. Él pasaba por el lugar cuando los sospechosos lo tomaron a la fuerza y lo ingresaron al local a punta de pistola.
“Lo que más me duele es no poder hacer nada. Estoy acostumbrado a trabajar”, reveló para concluir.