19.6 C
Paraná

El crudo relato de Laura Cibilla, exnovia de Diego: excesos, celos y un hijo

Dos años estuvo en pareja Laura Cibilla con Diego Maradona. En la primera entrevista que brindó la mujer, que fue uno de los amores del Diez allá por el 2000, recordó cómo nació su romance. De esa relación habría nacido su único hijo pero, según un ADN que se hizo en la Justicia, se resolvió que no era hijo biológico del ídolo del fútbol. Sin embargo, en diálogo con Nancy Duré, ella aseguró que fue adulterado.

Y aunque hoy recuerda los años de felicidad que compartió con Diego, también mencionó los momentos más duros. “Cuando yo lo conocí ya estaba separado: estaba en trámite el divorcio, que lo hizo estando conmigo. Y era discusión tras discusión con la otra parte. Fue una época horrible”, recordó Laura en la entrevista que dio para Teleshow. Por aquellos años, ella era mesera del boliche La Diosa, recuerda que lo admiraba «antes de conocerlo» y cuando se cruzaron el romance fue instantáneo. Sin embargo, poco tiempo después la relación se volvió tóxica.

“Al principio eran todas historias así: flores, ositos, notitas… Era hermoso. Muy romántico. En ese tiempo sí. Después vino una etapa de un Diego irreconocible, violento, enfermo de celos… Al punto de no poder ir al supermercado: yo me escapaba para ir a trabajar”, rememoró. “Me decía que era el amor de su vida, que era su novia, su mujer y que no quería que nadie me mirara. Llegó al extremo de que, cuando llegaba Guillermo Coppola al lugar donde vivíamos, yo no podía mirarlo a la cara. Era demasiado ya”, aseguró.

La relación estuvo minada por la adicción a las drogas. “Yo me enfermé mal. Y me interné un par de veces con 40 kilos… Porque consumía a la par de una persona de 80 o 90 kilos, deportista”, se sinceró la mujer que asegura que se cansó de decir «no» ante el ofrecimiento de cocaína, hasta que un día probó y comenzó su propia pesadilla. Cuando quedó embarazada, la situación se complicó aun más: “Todo el embarazo lo pasé sola. Con mis padres y mis hermanos”, recordó con dolor. “Él no estaba en condiciones de tomar una responsabilidad de nada, porque estaba muy mal”, aseguró.

La mujer, que reconoce que después de ese vínculo no pudo rehacer su vida, y que el Diez le daba dinero únicamente cuando lo buscaba (además, confirma que le pagó la cobertura mérdica de su hijo los dos primeros años). “Cuando mi hijo tenía siete años inicié el juicio por filiación. Diego no se presentó en la primera audiencia, no se presentó en la segunda, y a la tercera no fui yo. Entonces me llamó mi abogado y me dijo: ‘Mirá que está Diego…’. Le dije: ‘Ya voy’. Mi hermana lo retiró del colegio, el nene estaba en segundo grado. Lo trajo. Entró mucha gente. Me dio negativo. Y hasta acá llegó mi amor. Nunca más esa vergüenza”, aseguró contundente. “Yo ya no tenía contacto con él, no había estado en ninguna otra relación. Siento que falsearon el ADN, pero ya está”, lanzó, con dureza sobre el juicio por filiación que perdió.

“Mi hijo es muy especial, es muy inteligente. Me dijo ‘mirá: yo lo quiero ver una vez solo para recordarlo. Pero yo sé que no tendría ni un tema de conversación con él’. Le dije: “Bueno, lo que vos digas”. Y ya estaba todo acordado para que viniera cuando pasó esto”, expresó. “Pensé en ir a buscarlo cuando estaba en Gimnasia y después me fui frenando, porque trabajo ocho horas por día, seis días a la semana, me ocupo de mi casa, alquilo y tengo que lavar, limpiar y encargarme de mis mascotas, porque además soy proteccionista y ando rescatando animales por ahí. Mi vida es completamente diferente a lo que dicen”, dijo Laura Cibilla.

El último contacto

La última conversación con Diego, que la tengo en el celular, fue en diciembre del año pasado. Yo lo busqué cuando estuvo en México, lo busqué en Dubai, lo busqué por todos lados…

—¿Para qué lo buscabas? ¿Para volver?

—Para hablar… Yo no me casé y no formé una familia porque eso nunca cerró.

Laura, ¿cómo te enteraste de la muerte de Maradona?

—Estaba yendo a levantar una mesa y vino mi supervisor, me agarró del brazo y me dijo: “¿Te enteraste?”. “¿De qué?”. “Se murió Diego”. Le dije: “¿Qué decís, estúpido?”. “Laura: se murió Diego”, me dijo. Y me caí redonda. Me levantaron, me llevaron arriba al cuarto de empleados, me abanicaron, me dieron agua y empecé a escuchar en los balcones: “¡Año de mierda! ¡Llevate a Messi pero a Diego no!”. Y ahí caí. Lo llamé a Guillermo, no me atendió. Llamé a otro más, tampoco. Quise buscar el teléfono y no tenía señal.

—¿Entonces?

—Vino mi hermano, que vive a media cuadra, me abrazó y me dijo: “Lo siento mucho”. Yo dije: “No puede ser”. Y me respondió: “Sí, es así. Ya está, ya pasó. Se terminó. No está más”. Pero no puede ser que no esté más, porque yo lo sigo esperando. ¿Entendés? Porque estábamos por volver a abrazarnos. No te digo para empezar una relación de vuelta, pero sí para poner las cosas en claro, sacarnos dudas. Después de tantos años, somos dos adultos. Y eso me tiene mal, me tiene muy mal.

—¿Se te ocurrió ir a despedirlo o ni siquiera lo intentaste?

—¡Si no me iban a dejar! Yo le pedí a Guille, le dije: “Llevame”. Me dijo: “Laurita, no se puede”. Te puedo mostrar los mensajes: “No se puede”.

—¿Y tu hijo?

—Yo volví del trabajo, destruida. Él salió de la habitación, me abrazó y se largó a llorar. Nunca, jamás, había derramado una lágrima por él. Es más: lo veía en la televisión y cambiaba de canal. Le dije: “Hijo, te pido perdón”. Y me dijo: “No sos vos quien me tiene que pedir perdón, el que me tiene que pedir perdón ya no está. ¿Sabés qué? Me voy a correr”. Se puso un short, las zapatillas y se fue a correr. Volvió a las dos horas, se bañó, se acostó. Y ese fue su cierre. Él ahí, cerró. Y me dijo: “No quiero saber nunca más nada de esto”.

Infobae

Más leídas
En esta misma categoría
Nuestras redes
Relacionadas
Te puede interesar