Desde que compró Twitter (ahora X) hace menos de un año, Elon Musk no paró de hacer cambios en toda la plataforma: echó al 75% de los empleados, empezó a cobrar por la verificación, le cambió el nombre y la apariencia, entre muchas otras cosas. Aunque Threads —el intento de Meta por competirle— no tuvo éxito, la mayoría de los usuarios coincide en que es cada vez más difícil usar la red social. Pero Musk no está satisfecho, así que ahora admitió que está considerando poner un muro de pago en Twitter que todos los usuarios deberán abonar.
En una charla que tuvo con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Musk declaró que X está «pasando a un pequeño pago mensual por el uso del sistema» que todos los usuarios deberán abonar, porque esa es «la única forma que se me ocurre para combatir grandes ejércitos de bots».
“Un bot cuesta una fracción de un centavo —digamos una décima parte de un centavo—, pero incluso si tiene que pagar unos pocos dólares o algo así, el costo efectivo de los bots es muy alto”, explicó en la charla, que se transmitió en vivo por la plataforma. Además, agregó que cada vez que un creador de bots quisiera crear otro, necesitaría un método de pago adicional.
¿Cuánto piensa cobrar X por su servicio? Musk no dijo cuánto costaría el nuevo pago de suscripción, pero lo describió como una «pequeña cantidad de dinero».
¿Un paywall en Twitter?
Durante el evento, Musk destacó que X tiene ahora 550 millones de usuarios mensuales, que generan entre 100 y 200 millones de publicaciones cada día. ¿Cuentan los bots como usuarios mensuales? El CEO de Tesla no aclaró.
Tampoco aclaró qué base de usuarios tomó en cuenta, ya que antes hablaba de los mDAU, es decir, los «usuarios activos diarios monetizables promedio». Esta métrica más antigua indicaba los usuarios de Twitter que podrían monetizarse viendo sus anuncios. Durante sus últimos resultados públicos del primer trimestre de 2022, Twitter tenía 229 millones de mDAU, reportó TechCrunch.
El pago obligatorio de X para todos usuarios no tiene fecha ni detalles, sino simplemente un anuncio que Musk hizo al pasar. Sin embargo, no es algo completamente nuevo: una de sus primeras medidas al adquirir Twitter fue lanzar Twitter Blue (ahora X Premium). Esa suscripción paga, de 8 dólares por mes u 84 por año, les permite a los suscriptores:
- editar publicaciones
- que aparezcan la mitad de anuncios
- clasificaciones prioritarias en búsquedas y conversaciones
- poder escribir publicaciones más largas.
Esas funciones y más atrajeron a algunos usuarios a abonar la suscripción, pero no se sabe cuántos. Una investigación independiente dijo que no hubo muchos convencidos, mientras que otro análisis determinó que solo 827.615 usuarios están suscritos a X Premium.
Twitter necesita dinero
Musk advirtió desde antes de la adquisición de Twitter que el sitio perdía dinero por todos lados. De hecho, apenas llegó, despidió a unos 3.700 de los aproximadamente 7.500 empleados de la empresa para reducir costos. En su último informe de ganancias trimestral antes de la adquisición, Twitter informó una pérdida de 344 millones de dólares. Ahora, como es privada, esos informes ya no se hacen. Musk, sin embargo, admitió a principios de mes que los ingresos por publicidad de X cayeron un 60%.
Por eso lanzó X Premium, y por eso también convirtió al popular servicio TweetDeck, que permite a los usuarios ver una serie de feeds que muestran cosas como usuarios y listas y programar publicaciones, en XPro, y comenzó a cobrar dinero por su utilización en agosto. Un cobro a todos los usuarios sería el punto máximo de la necesidad de dinero de la empresa.
¿Qué tienen que ver los bots en todo esto? Con el boom de inteligencia artificial, cientos de miles de bots «scrapean» Twitter (fingen navegar, pero lo que hacen es “rascar” texto y meterlo en su base de datos) para así entrenar a las distintas inteligencias artificiales. Es decir, Musk les entrega a las empresas millones de datos que valen una fortuna para que otros saquen ganancias a partir de ellos. Cobrar una pequeña cantidad de dinero le da una ventaja: o pagan por la información o no acceden a ella.
Así quizás puede ponerle un freno a los bots, que ahora están mejorando a la hora de pasar las pruebas CAPTCHA destinadas a detectarlos, según declaró el magnate durante la charla con Netanyahu. Sus comentarios fueron en respuesta a las declaraciones de Netanyahu de que una forma de frenar el antisemitismo en X podría ser impedir el uso de bots en la plataforma.
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El problema, al que por ahora no parece prestarle atención, es que el freno a los bots podría significar también que cientos de miles de usuarios no entren más a X. Y su sueño de tener una «plaza pública de libertad de expresión» quedará en el olvido.