El futuro de la inteligencia humana frente a la IA ya llegó. La irrupción masiva de la inteligencia artificial (IA) ha generado una serie de interrogantes sobre el futuro de nuestra inteligencia, la humana. Estamos en un momento en donde lo falso se vuelve verdadero, o por lo menos, es muy difícil distinguirlo. El emprendedor, tecnólogo y autor argentino, Santiago Bilinkis, dice que la pregunta “¿Es real?” respecto a la interacción con un objeto creado por inteligencia artificial “va a perder sentido” en un futuro.

En los últimos meses se hicieron virales algunas imágenes creadas por personas que utilizaron la IA de forma humorística… como un arresto a Donald Trump que nunca existió. El Papa Francisco vestido al estilo Hip Hop. Canciones en tendencia hechas con la voz de Duki, entre otras. Bastante interesante y terrorífico a la vez.

 

 

La inquietante respuesta de Elon Musk

¿Qué puede generar esta tecnología en un futuro? La pregunta es obvia, pero la respuesta no la tiene ni el propio Elon Musk. El creador de Open AI (junto a Sam Altman) advirtió sobre las capacidades destructivas que tiene la inteligencia artificial si no se controla adecuadamente, según un fragmento de una entrevista para el canal Fox News. “La Inteligencia Artificial es más peligrosa que un mal diseño de la producción de aeronaves o una mala producción de automóviles”, indicó Musk. “En el sentido de que tiene el potencial, por pequeña que sea la probabilidad, pero no es trivial, tiene el potencial de destrucción de la civilización. Cualquiera que piense que tiene riesgo es 0% es un idiota”, agregó.

El director ejecutivo de Twitter, explicó que: “Deberíamos tener algún tipo de autoridad reguladora, o algo así, que supervise el desarrollo de la IA y asegure que se opere dentro del interés público”. Musk ya había advertido sobre las consecuencias de esta tecnología a la que describió como “bastante peligrosa” y reconoció su temor por el hecho de que él mismo haya producido “cosas para acelerarla”.

Las declaraciones de Chat GPT

Vamos a las fuentes… El editor le preguntó a Chat GPT, el generador de texto creado por Open AI que utiliza inteligencia artificial, lo siguiente:

—¿Qué crees que va a pasar con la inteligencia tradicional del humano?

—Los seres humanos tienen habilidades y capacidades cognitivas únicas, como la creatividad, la empatía, la toma de decisiones éticas y el razonamiento abstracto. Estas habilidades son esenciales en muchos trabajos y áreas de la vida, y es poco probable que la IA pueda reemplazarlas en el corto plazo.

Es escalofriante lo de no ser reemplazados en “el corto plazo”…

—¿Estás diciendo que en el largo plazo puede ser reemplazada la inteligencia humana?
—Es importante tener en cuenta que incluso si la IA llega a ser más inteligente que los seres humanos, esto no necesariamente significa que la IA tenga una conciencia o una perspectiva ética. En cualquier caso, la IA y la inteligencia humana pueden seguir trabajando juntas de manera efectiva en el futuro, y la IA puede seguir siendo una herramienta útil y poderosa para mejorar nuestras capacidades y abordar problemas complejos.

El futuro de los empleos

En una entrevista con el medio Infobae, el analista de datos Juan Graña, reflexiona sobre posibles panoramas y debates que surgen de esta tecnología. “La IA artificial no va a dominar a la humanidad en unos años, como sugieren algunos. El verdadero problema, al menos hoy en día, son las consecuencias que va a traer a corto plazo. Principalmente dos: la pérdida de trabajos y la creación de contenido artificial que va a erosionar aún más la idea de verdad”, dice.

Según un estudio de Goldman Sachs, alrededor de 300 millones de puestos de trabajo corren el riesgo de ser reemplazados por la IA. Aunque la IA también puede generar nuevos empleos, el ritmo de creación de nuevos puestos de trabajo puede ser más lento que el ritmo de destrucción de empleos.

Respecto a las regulaciones de esta tecnología, Graña señala los gobiernos siempre corren de atrás en cuestiones de regulación, por lo que se requiere una combinación de regulaciones estatales, restricciones autoimpuestas por las grandes empresas tecnológicas (por miedo a juicios millonarios) y la propia desconfianza de los usuarios para asegurar que la IA se utilice de manera ética y responsable.

En conclusión, el futuro de la inteligencia humana frente a la inteligencia artificial es incierto. Sin embargo, es importante tener en cuenta que ambas pueden seguir trabajando juntas de manera efectiva y que la IA puede ser una herramienta poderosa para mejorar nuestras capacidades y abordar problemas complejos, siempre y cuando se utilice de manera correcta, decisión que hasta el momento solo la tiene la inteligencia humana, nosotros.