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La Iglesia activó el protocolo para investigar las lágrimas de la Virgen  

Monseñor Sergio Fenoy anunció que se estudiará el caso de la imagen de Coronda.

La arquidiócesis de Santa Fe activó el protocolo correspondiente, a fin de estudiar el caso de la imagen de la Virgen Dolorosa que derramó lágrimas ante un grupo de fieles entre los que se encuentra una niña. El acontecimiento se produjo en la noche del viernes en la parroquia San Jerónimo, de la ciudad de Coronda, al finalizar la misa y luego de una bendición de sanación.

A partir de los hechos y su repercusión mediática, el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor Sergio Fenoy, se comunicó con el párroco a fin de conocer la situación y comenzar con el protocolo establecido ante este tipo de situaciones. 

«Tenemos un procedimiento para ir haciendo un discernimiento sereno de la situación, que lógicamente es lo que se impone por lo menos desde lo oficial de la Iglesia», explicó Fenoy. Y agregó: “Lo que tenemos que hacer antes que nada es preservar a la niña y a su familia, porque estamos ante una menor. Tenemos que tener mucho cuidado: nosotros los pastores, la Iglesia y también los medios”. Además, Fenoy pidió “respetar la experiencia que han tenido los fieles que participaron del hecho porque, sin duda, habrá sido algo muy fuerte para ellos”.

Informe

En cuanto al protocolo de actuación en estos casos, el arzobispo santafesino explicó que lo primero que hizo fue solicitar al párroco un primer informe escrito del hecho, a fin de hacer una primera valoración: conocer qué pasó y quiénes son las personas que están implicadas. Asimismo, se busca despejar las cuestiones de fondo, con directa relación con la doctrina de la Iglesia, de aquellas otras que dependen de la libre devoción de los fieles. A partir de la valoración del informe, según indican las normas, la autoridad religiosa puede ir permitiendo algunas manifestaciones públicas de culto o de devoción. “De manera particular o privada, no es necesario ningún permiso o autorización”, puntualizó.

En última instancia y tras una valoración positiva de lo sucedido, se ponderan los frutos espirituales que nacen del acontecimiento. “Cuando ha pasado un tiempo suficientemente prolongado, y se comprueba que esos frutos son buenos, -son evangélicos-, recién ahí se está en la posibilidad de emitir un juicio sobre si lo ocurrido ha sido algo sobrenatural o no”, concluyó. Fuente: Aire de Santa Fe

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