«Un fallo ejemplificador», así definió lo ocurrido un juzgado porteño en las últimas horas. ¿Qué pasó? La Cámara Nacional en lo Civil dispuso este jueves la “prohibición absoluta” de acercarse o mirar, de un hombre a una de sus vecinas.
No solo esto, también se le negó «que le hable» o «le dirija la mirada». Asimismo, en caso de coincidir en algún espacio común, abandone “inmediatamente” el lugar, informaron fuentes judiciales a la agencia de noticias Télam.
S.B. —la Justicia decidió preservar la identidad de la víctima— promovió la medida cautelar contra el demandado M.J.P. para hacer cesar el acoso y hostigamiento. Eventos de los que manifestó «viene siendo objeto hace mucho tiempo» por parte de este sátiro.
Todo comenzó desde que este sujeto se mudó a uno de los departamentos del edificio de la joven. Se trata de una vivienda ubicada en la Ciudad de Buenos Aires.
¿Los detalles del caso del «vecino depravado»?
La Sala M de la Cámara expuso que, como ambas partes residen en el mismo edificio, “se dispone que el demandado evitará acceder al piso” en el que vive la muchacha.
“En caso de encontrarla ocasionalmente en los espacios comunes del consorcio, no le dirigirá la palabra, ni la mirada ni gestos y deberá inmediatamente abandonar el lugar que ella ocupa”, manifestaron desde la Justicia.
La demandante —quien invocó la Ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres—, relató que con motivo de su mudanza y las refacciones que debió encarar en su unidad funcional, comenzó la conducta intimidatoria de M.J.P., “manifestada a través de gritos, mensajes por intermedio de terceros, objetos arrojados a su balcón” y agresiones en el hall.
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El tribunal recordó que la ley 26.485 “garantiza” los derechos reconocidos por la Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer y la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, con protección a la integridad física, psicológica y dignidad femenina.