Dos sujetos a bordo de una moto asaltaron a una mujer que regresaba de trabajar anoche a la altura de calle Maya y las vías, en Paraná. La víctima había descendido del colectivo y sus hijos adolescentes la esperaban en la parada para acompañarla de regreso a casa, en barrio Illia II.
En el trayecto, los delincuentes la sorprendieron, le apuntaron y amenazaron con dispararle a ella y a uno de sus hijos que se interpuso para intentar protegerla. “Fue horrible”, aseguró la damnificada.
“Anoche saliendo del trabajo, cuando bajé del colectivo, tomé por calle Maya, y en una zona oscura y descampada, antes de llegar a Francia, frenó una moto y el que iba como acompañante se bajó con un arma y dijo `Quieta, quieta, no te muevas porque te quemo´. Levanté las manos porque me asusté y me dice `Dame todo lo que tenés´. Y le di el teléfono”, rememoró la mujer que por temor a represalias prefirió no mostrar su rostro.
La víctima del asalto contó que “iba alumbrando con el teléfono porque no se veía nada; y quizás el usar el celular como linterna les llamó la atención” (a los delincuentes).
“Mi hijo de 15 años se paró delante de mí y el de la moto le dice `Quedate quieto porque te tiro´ y al que tenía el arma le repetía `Tirale, tirale´”, aseguró la damnificada por asalto y comentó que su hijo “es alto y habrán pensado que era una persona mayor”.
La mujer confirmó que los asaltantes en moto solo alcanzaron a robarle el teléfono que llevaba en sus manos para alumbrar el camino de regreso a casa. “Por una aplicación, nos indicaba que el celular anoche estaba en un drugstore en San Benito, pero hoy ya no se localizaba”, acotó la víctima del hecho de inseguridad.
Sin embargo, su mayor temor se desencadenó cuando los delincuentes amenazaron con dispararle a su hijo. “Mi hijo agarró la bicicleta y los siguió; yo le decía que se volviera, pero él estaba indignado y los siguió”, contó al confirmar que los asaltantes “se metieron por calle Francia, para el lado de Parera”. Los ladrones se trasladaban en “una moto de 110cc de color rojo y ambos llevaban casco”.
En la oportunidad, la mujer apuntó contra la falta de seguridad en la jurisdicción que corresponde a comisaría decimoséptima. “Últimamente hay varios robos de garrafas de las viviendas y la Policía anda poco; todas las noches vuelvo del trabajo y no se ve nunca un patrullero”, contó.
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Y agregó: “La zona es muy oscura y somos muchos los que usamos la línea 22 porque el 23 entra a calle Francia, pero las frecuencias son de dos o tres horas; sino tengo que caminar 10 o 12 cuadras hasta que llego a casa, por la ruta y en la oscuridad”.