Francia revivirá el 24 de abril el duelo de 2017 entre el centrista Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen, según las estimaciones publicadas al cierre de los colegios en la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas este domingo. Ambos candidatos se han clasificado para la segunda ronda al ser los dos más votados.
El presidente Macron ha sacado en torno al 28,6% de los votos, según la estimación del instituto Ifop para la cadena TF1, seguido de Le Pen, con el 24,4%. Las estimaciones de las otras cadenas e institutos coinciden con ligeras variaciones. En la primera vuelta de 2017, Macron ganó con un 24,01% de los sufragios y Le Pen sacó un 21,3%.
Le Pen ha mejorado su imagen
Pero nada será igual que hace cinco años. Le Pen ha suavizado su imagen y ha dejado de asustar a la mayoría de los franceses. Según los sondeos, quedará mucho más cerca de Macron que en 2017, cuando el presidente derrotó a su rival con un 66% de los votos frente a un 34%. Esta vez, la líder ultraderechista cree tener posibilidades de llegar al palacio del Elíseo.
En tercera posición, por detrás de Macron y Le Pen, queda el líder de la izquierda populista, Jean-Luc Mélenchon, con un 20,2%, según Ifop. El tertuliano ultra Éric Zemmour, que durante unos meses creyó poder disputar a Le Pen el liderazgo de la extrema derecha, saca un 6,8%. Le sigue el ecologista Yannick Jadot, con un 4,6%, empatado con Valérie Pécresse, la candidata de Los Republicanos, el partido histórico de la derecha moderada. Jean Lassalle, candidato ruralista, obtiene un 3,2%. El comunista Fabien Roussel, un 2,5%.
Y la socialista Anne Hidalgo, un 1,9%, como el pequeño candidato de la derecha dura Nicolas Dupont-Aignan. El catastrófico resultado de Hidalgo y Pécresse ?candidatas de los dos partidos que durante décadas vertebraron Francia? sentencia el fin del viejo sistema político francés. Estas elecciones consolidan el duopolio entre Macron y Le Pen en el nuevo sistema, con una tercera pata que es la de la izquierda radical de Mélenchon.
Hidalgo, Jadot y Roussel llamaron a votar por Macron en la segunda vuelta. Pécresse dijo que votaría al actual presidente. Mélenchon evitó dar una consigna a favor de Macron o decir a quién votará él, pero repitió tres veces a sus seguidores: “No hay que dar ni un solo voto a la señora Le Pen”. Zemmour pidió a sus electores que voten a Le Pen.
Los institutos demoscópicos han publicado estas estimaciones a las ocho de la tarde, a partir de una muestra de colegios representativos, y suelen coincidir bastante con el resultado final. En paralelo, el Ministerio del Interior francés informa a lo largo de la noche del recuento a medida que le llegan los datos.
Es la primera vez desde 1981 que hay balotaje
Es la primera vez, desde 1981, que la final se repite. Aquel año, el socialista François Mitterrand batió al presidente Valéry Giscard D’Estaign, después de haber perdido ante él siete años antes. En 2002, los mandatos presidenciales pasaron de siete a cinco años. Desde que se abrevió la duración, ningún presidente en el cargo ha salido reelegido. Nicolas Sarkozy perdió ante François Hollande y, cinco años después, este renunció a volverse a presentar.
Leé también: https://entremediosweb.com/se-viralizo-la-foto-de-un-murcielago-gigante
Tras la primera vuelta, que deja eliminados a los 10 candidatos restantes, empieza una nueva campaña. Durante dos semanas, los dos clasificados deberán convencer a los electores de que son el más capacitado para dirigir durante los próximos años un país central en la Unión Europea, dotado de la bomba nuclear y con un sillón permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Con Macron y Le Pen como finalistas, se planteará en la campaña para la segunda vuelta un choque entre modelos opuestos para Francia y Europa.