La vigesimo primera edición de la Fiesta de disfraces de Paraná sigue latente en recuerdo de quienes participaron y de los que la vivieron a través de los medios y las redes.
El escenario imponente lució pantallas de led gigantes y una escenografía realizada en los talleres del Carnaval del país. El tema de este año fue Love Story.
Cada uno de los artistas que subieron a tocar, recibió el impactante acompañamiento de la multitud que no paró de bailar y corear los temas.
Si bien se vendieron 50 mil entradas, la Policía estima que la cantidad de personas presentes en el lugar superó ampliamente esa cantidad, entre organizadores, trabajadores, colaboradores e invitados especiales.
Karina, la princesita fue uno de los números centrales de la noche. En un momento compartió escenario con Pablo Lescano, otro de los más esperados a la hora de bailar.
Los dos artistas ratificaron su carisma con el público de la fiesta que disfrutó cada momento de la noche y pidió más.
Una vez más, el centro de atención fueron los propios asistentes con disfraces originales que se superan todos los años.
Hubo también un espectáculo en el cielo: un clásico de fuegos artificiales que le da la bienvenida a todos los asistentes e inaugura oficialmente el encuentro.
Cuando amanecía el lunes, mucha gente seguía bailando en el predio del Acceso Norte. La fiesta terminó a las 7 en punto cuando se apagó la música y comenzó la desconcentración mayor.