12.5 C
Paraná

Mataron a Gustavo «Petaco» Barrientos: recibió cinco disparos

Barrientos se encontraba junto a su familia en Colonia Ensayo. El crimen habría sido un ajustes de cuentas.

Este sábado por la tarde asesinaron a Gustavo “Petaco” Barrientos. El crimen ocurrió en el loteo Cardales de Colonia Ensayo, en donde se encontraba con su familia. Recibió cinco disparos de armas de fuego. Habría sido un ajuste de cuentas.

Gustavo Andrés “Petaco” Barrientos fue ultimado hoy a la siesta en su domicilio de Colonia Ensayo (Departamento Diamante, a 20 minutos de Paraná), donde estaba cumpliendo una salida transitoria de la Unidad Penal de Paraná donde está cumpliendo su condena.

El hecho de sangre se produjo entre las 15:30 y las 16, en momento en que “Petaco” Barrientos estaba con su familia.

El ataque fue perpetrado por al menos cuatro personas que actuaron de manera encapuchada y de manera certera, ya que sólo le dispararon a Barrientos. Estaban vestidos de negro y se movilizaban en una camioneta del mismo color. De acuerdo a las primeras informaciones, ingresaron al domicilio a los gritos; Barrientos intentó hacerles frente, pero lo acribillaron con cinco balazos. Las cámaras de video seguridad serán clave para identificar alguna pista sobre el rodado en que se conducían los agresores.

Barrientos es uno de los principales jefes de la barra brava de Patronato y es considerado también uno de los grandes jefes narcos de Entre Ríos, por eso los investigadores tiene como su principal hipótesis un ajuste de cuentas.

Salidas familiares

En diciembre del año pasado Gustavo Andrés Barrientos, había logrado la autorización por parte del Juzgado de Ejecución de Penas de Paraná, cuya titular es la jueza Cecilia Bértora, para cumplir con una serie reducidas de salidas familiares.

Estaba condenado a 11 años de cárcel, por ser el responsable de dos homicidios ejecutados en la capital provincial, y estaba cursando la parte final de la sentencia que estaba prevista que finalizara en noviembre de este año.

La Policía, además de investigar el violento hecho y determinar a los autores materiales e intelectuales del crimen, se encuentran en alerta máxima –especialmente en Paraná y zona de influencia- por la posible reacción que podría tener el entorno del propio Barrientos, publica Análisis.

Petaco Barrientos

Antecedentes de Gustavo Barrientos

El 28 de junio de 2017, “Petaco” Barrientos fue llevado, en horas de la madrugada y en el más absoluto silencio desde el penal de Gualeguay -donde se encontraba alojado-, hasta el complejo Federal de Ezeiza.

La medida la ordenó la Justicia, porque se estableció que, dentro de la cárcel, seguía organizando una asociación ilícita.

El Ministerio Público Fiscal pudo confirmar que el condenado, pese a estar preso, tenía los medios para seguir dando órdenes a los integrantes de su banda.

La investigación –que incluyeron escuchas telefónicas-, estableció que “Petaco” Barrientos hablaba de modo regular desde el interior de la cárcel con familiares y otros integrantes de la organización dedicada a cometer delitos ligados con la venta de estupefacientes y hasta extorsiones, robos y asaltos.

La causa que llevan adelante los fiscales de Paraná, derivó en la detención de un par de integrantes de esa banda, como el procesamiento de otras 17 personas por el delito de asociación ilícita.

Barrientos fue alojado en el pabellón de admisión N°1 del complejo federal de Ezeiza.

“Con el fin de preservar todas las relaciones internas dentro del penal de Gualeguay, como de otros, y para notificar al resto de la población carcelaria, que cualquier reo que pretenda seguir con las actividades dentro de los penales, será sancionado, incluso hasta trasladado a las cárceles del Servicio Penitenciario Federal”, expresó en su momento un funcionario de la Justicia.

Antecedentes

El 28 de junio de 2017, “Petaco” Barrientos fue llevado, en horas de la madrugada y en el más absoluto silencio desde el penal de Gualeguay -donde se encontraba alojado-, hasta el complejo Federal de Ezeiza.

La medida la ordenó la Justicia, porque se estableció que, dentro de la cárcel, seguía organizando una asociación ilícita.

El Ministerio Público Fiscal pudo confirmar que el condenado, pese a estar preso, tenía los medios para seguir dando órdenes a los integrantes de su banda.

La investigación –que incluyeron escuchas telefónicas-, estableció que “Petaco” Barrientos hablaba de modo regular desde el interior de la cárcel con familiares y otros integrantes de la organización dedicada a cometer delitos ligados con la venta de estupefacientes y hasta extorsiones, robos y asaltos.

La causa que llevan adelante los fiscales de Paraná, derivó en la detención de un par de integrantes de esa banda, como el procesamiento de otras 17 personas por el delito de asociación ilícita.

Barrientos fue alojado en el pabellón de admisión N°1 del complejo federal de Ezeiza.

“Con el fin de preservar todas las relaciones internas dentro del penal de Gualeguay, como de otros, y para notificar al resto de la población carcelaria, que cualquier reo que pretenda seguir con las actividades dentro de los penales, será sancionado, incluso hasta trasladado a las cárceles del Servicio Penitenciario Federal”, expresó en su momento un funcionario de la Justicia.

Su paso por Gualeguaychú

En noviembre de 2021, cuando estaba cumpliendo su condena en la Unidad Penal 2 de Gualeguaychú, Barrientos protagonizó un llamativo hecho que puso en alerta al Servicio Penitenciario.

Cuando se estaba distribuyendo las viandas del almuerzo a los internos, “Petaco” Barrientos comenzó a los gritos para denunciar que se encontraba descompuesto y que lo habían querido envenenar.

De inmediato las autoridades dispusieron que fuera trasladado al área sanitaria, para luego llevarlo al Hospital Centenario, en medio de una rigurosa escolta de seguridad integrada por personal penitenciario y con el auxilio de la Policía Departamental de Gualeguaychú.

Pero, ya en el hospital, Barrientos se negó a que le realizaran extracción de sangre y lavado de estómago por lo que nuevamente se lo llevó a la Unidad Penal. Las autoridades dispusieron su aislamiento en una celda individual con control visual estricto por el riesgo eventual de fuga del interno.

En horas de la tarde, Barrientos manifestó que quería radicar una denuncia en Fiscalía; por lo que fue nuevamente trasladado para que fuera recibido por el fiscal Mauricio Guerrero.

En la requisa que se le hizo a su pabellón (era el número 15), se encontraron varios celulares de alta gama.

Barrientos fue condenado en abril de 2015 a 11 años de cárcel por los homicidios de Matías Giménez y Maximiliano Godoy, acribillados a disparos en el barrio Paraná XX en 2012, luego de ser condenado, recorrió varios penales de la provincia por problemas con el resto de la comunidad o por actos de indisciplina.

Más leídas
En esta misma categoría
Nuestras redes
Relacionadas
Te puede interesar