El mal olor comenzó a sentirse desde la mañana de este sábado en la capital entrerriana. No es la primera vez que sucede. Ya había ocurrido en febrero del año pasado y duró por varios días.
En esa oportunidad se barajaron diferentes teorías: desborde cloacal en la ciudad, agua estancada, criaderos de cerdos, feedlot (corrales de engorde de ganado) en campos aledaños, plantas de silo, entre otros otras. Sin embargo no hubo nada confirmado.
Ahora, la Subsecretaría de Ambiente y Acción Climática de la Municipalidad se encuentra abocada a establecer cuál es la causante del olor pestilente.
El comunicado de la Municipalidad
Desde la página web oficial de la comuna se indicó que «en primera instancia se han descartado emisiones que tengan que ver con procesos de combustión, pese a que se han identificado, durante la jornada, pequeños focos en la zona oeste».
Asimismo, se detalló que «por las características y antecedentes encontrados, podría deberse a actividades del sector primario o procesos biológicos, antes que a actividades industriales o procesos naturales». Finalmente, desde el municipio «se presume que el origen del olor podría estar en el sur o suroeste de la ciudad y hasta por fuera del ejido urbano».
Usuarios de las redes sociales comentaron el olor nauseabundo
Lo cierto que un hedor similar ha estado presente también en agosto de 2020, agosto de 2019 y otros años anteriores. Nunca se supo a ciencia cierta de dónde proviene el olor nauseabundo que inunda a Paraná.