En Corte y Confección, Pachu Peña ocupa el lugar del estudiante del secundario chanta, que jamás estudio pero no le tiembla la pera para pararse frente a la clase y “chamuyar” algo que claramente no sabe. Claro que hay cierto encanto en eso, más si se trata de un reality de televisión en el que lo convocaron para ocupar precisamente ese rol.
Algo así pasó en el programa del martes, cuando el humorista rosarino tenía que mostrar un diseño inspirado en la canción Un beso y una flor, un clásico inmortalizado por Nino Bravo.
La idea era buscar un concepto que haga referencia al tema en cuestión, pero Pachu ni llegó a ser literal, si n que se pasó para el lado de lo burdo.
Lo mejor de todo fue su propia reacción cuando pasó al frente a “defender” su trabajo: en medio del relato se tentó, empezó a contener la carcajada que se escapaba de la boca mientras con las manos en posición de rezo le pedía disculpas a la modelo que lucía su vestido.
En un momento estuvo directamente al borde de ser un personaje de Peligro Sin Codificar: en un momento le preguntaron si lo que le había colocado por delante era efectivamente un beso. “No, una molleja de elefante… Perdón, una boca sí, es un beso, quizá no quedó bien tomado”, contestó él, colorado de la risa.
De fondo, el resto de los participantes y los técnicos del estudio también estaban destornillados por el momento que estaban viviendo.
A los que no les hizo nada de gracia fue al jurado, defintivamente. Fabián Zitta le puso un 1: «No tiene nada, está vacío… Me parece un conjunto de cosas que intentan explicar algo que no se pueden explicar», dijo el diseñador.
Al parecido dijeron Verónica de la Canal (le terminó poniendo un 3) y Benito Fernández (voto secreto) a quienes no les hizo tanta gracias la jugarreta del rosarino.
Pero él (y seguramente los televidentes) no podían más de la risa.