El río este martes mide 38 centímetros por debajo del 0 de escala, supo. La bajante del curso de agua vuelve a acelerarse y no deja de sorprender: en una semana, el Paraná registra 62 centímetros menos.
La bajante del Paraná vuelve a acelerarse. En una semana, registra 62 centímetros menos; y en un mes, 1.20mts. La situación obliga a los responsables de Prefectura a realizar las mediciones cada dos horas a fin de mantener actualizadas los registros. En escenarios normales, estos controles se hacen cada 12 horas.
La bajante del río Paraná permanece lejos de sus parámetros normales y lleva 291 días con niveles inferiores al límite de aguas bajas a pesar de las mejoras registradas en octubre, afirmaron desde Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA).
Desde el INA, explicaron que la variabilidad climática, presente en la cuenca del Plata en los últimos quince años, se manifestó desde el 2019, comenzando por el río Paraguay. Desde entonces las tendencias son descendentes en todos los grandes ríos de la cuenca, con una disminución de los afluentes menores.
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Cabe destacar, que esta disminución del caudal tiene un impacto directo en el abastecimiento de agua para consumo humano, la generación de energía y la navegación. Y manteniéndose el período de sequía se dificulta la reproducción y alimentación de la fauna y se condiciona fuertemente toda la logística relacionada con el mantenimiento de la vía fluvial y la logística de la navegación, además de los procesos de potabilización del agua urbana.
La sequía
La sequía actual en casi toda la cuenca del Plata da como resultado un déficit hídrico que se agudiza, reduciendo la disponibilidad del recurso en todos los países de la región.
A su vez, la sensible disminución en el aporte a los numerosos cursos fluviales de la alta cuenca se sumó una disminución gradual de las reservas en los embalses emplazados en la mitad norte de la alta cuenca del río Paraná en Brasil, situación que no se ha mejorado durante este mes de diciembre, en plena temporada de lluvias estacionales.
Los caudales entrantes al tramo compartido del río Paraná con Paraguay sufrieron una fuerte reducción al comienzo de marzo de 2020, motivando al sistema de alerta del Instituto Nacional del Agua (INA) a realizar un seguimiento especial ante un escenario muy poco frecuente que pronto se constituyó en extraordinario.