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Podrían beatificar al entrerriano “Pocho” Lepratti

Al hombre asesinado en 2001 cuando tenía 35 años le adjudican dos milagros. La iglesia investigará los casos para determinar su beatificación.

En las últimas horas se puso en marcha un expediente con información con la que podrían beatificar al entrerriano Claudio “Pocho” Lepratti”. Al muchacho asesinado en 2001 le adjudican dos milagros: uno de ellos ocurrió en Buenos Aires y otro en Neuquén.

Se presume que el entrerriano intervino en dos situaciones en las que salvó la vida de dos personas. Las autoridades eclesiásticas iniciaron la investigación para determinar si se trató de dos milagros o si fueron obras de gracia.

Los sacerdotes que lo investigan son de Rosario y estuvieron en Concepción del Uruguay realizando entrevistas para obtener información sobre el joven. Ellos serán los responsables de reunir testimonios sobre la vida espiritual de Claudio para luego presentar el expediente ante el obispo. De ser avalados, estos se trasladarán al Vaticano para el tratamiento del tema. En caso de que no reciban el aval, no prosperará la solicitud.

Claudio Pocho Lepratti

Lepratti tenía 35 años cuando fue asesinado. Nació el 27 de febrero de 1966 en Concepción del Uruguay y estudió abogacía en la ciudad de Santa Fe. Durante la última década de su vida militó en los barrios populares de Rosario y la Asociación de Trabajadores del Estado.

Su llegada a esa ciudad se produjo tras el abandono de la carrera de seminarista en el Instituto Salesiano de Funes. Primero estuvo en Empalme Graneros y luego se construyó una casilla en barrio Ludueña, lugar en el que estrechó una buena relación con el padre Edgardo Montaldo.

Lepratti, al que denominaron “el ángel de la bicicleta” murió luego de asomarse al techo de la Escuela N° 756 “José M. Serrano”. En ese momento era auxiliar de cocina en el barrio Las Flores y pidió a las fuerzas de seguridad que se encontraban en el fondo del establecimiento que dejen de disparar.

Su intención fue la de proteger a los chicos que comían dentro del edificio, pero recibió un escopetazo en el cuello y murió desangrado. Luego los policías abrieron fuego contra el patrullero en el que circulaban para intentar simular un enfrentamiento -así se determinó judicialmente-.

Por su muerte condenaron a 14 años de prisión a Esteban Ernesto Velázquez, autor del disparo fatal. Su sentencia se dictó en agosto de 2004 y recuperó la libertad antes de finalizar 2015. Condenaron a otros cuatro policías por crímenes relacionados al caso, pero también fueron liberados.

León Gieco escribió y le dedicó una canción a la historia de Claudio Lepratti, el entrerriano al que podrían beatificar:

Leé también: «Rescataron a diez víctimas de trata laboral en Concordia».
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