San Juan volvió a fase 1 de la cuarentena de coronavirus por 14 días y el gobierno de Sergio Uñac emprendió operativos de rastreo de casos que generaron indignación entre los sanjuaninos. Entre las medidas dispuestas se comenzaron a aislar barrios completos y a colocar fajas de seguridad en las puertas de las casas de las personas que son contactos estrechos de pacientes positivo.
Además la policía publica la lista de las personas sorprendidas en encuentros sociales prohibidos. Los brigadistas sanitarios con sus trajes protectores, en camiones y dando avisos por altoparlante, piden a los vecinos que no salgan de sus casas. Arrojan bolsas de alimentos en las calles para que las familias las tomen y eviten salir a comprar.
Es la misma provincia que diez días atrás fue noticia por la vuelta de las clases presenciales, pero un repentino brote en el municipio de Caucete, a 30 kilómetros al este de la capital, desató la alarma y las medidas extremas por parte del gobierno sanjuanino. La provincia cuyana tiene 85 casos registrados desde que comenzó la pandemia. Hay 64 casos activos hasta este domingo, 8 internados y ningún muerto por Covid-19.
Los municipios con barrios aislados son Caucete, Santa Lucía, Capital, Rivadavia y Sarmiento. Se irán sumando zonas a medida que aparezcan nuevos infectados, como política de control de brote establecido en el Plan de Seguridad del gobierno sanjuanino.
Desde la noche del viernes cuando Uñac declaró la cuarentena estricta por 14 días, las redes sociales han relatado el acoso y la estigmatización que sufren los presuntos contagiados. “Un sistema de guetos. Si uno da positivo cierran los barrios. Creen que estamos en Wuhan y que nos gobierna el comunismo”, entre tantos comentarios de rechazo que publicaron usuarios de Twitter.
El sindicato médico de San Juan posteó en Facebook la foto del frente de una casa en el municipio de Rivadavia con una faja de seguridad que bloquea la puerta de una casa y avisa con letras rojas mayúsculas: “Personas en aislamiento”. Y debajo aparece la fecha escrita con lapicera “desde el 22 hasta al 29 de agosto”, firmado con el logo del Gobierno de San Juan. El cartel expone a sus moradores a la mirada de todo el barrio y la faja les impide salir de sus casas.
“Sr. Gobernador, esto sobrepasa los límites. ¿Es inquisición? Hasta secreto médico están violando y estigmatizar a quiénes son víctimas de la pandemia es grave. Cualquiera de nosotros puede llegar a estar en esta situación”, repudió el Sindicato Médico de San Juan.
Los medios en San Juan dan cuenta del despliegue asombroso de los operativos sanitarios: “Decenas de personas divididas en brigadas sanitarias, para hacer rastrillaje casa por casa y testeando con pruebas serológicas e hisopados a los vecinos, tanto en domicilios como en zonas comunitarias”, informó el Diario de Cuyo.
La respuesta del gobierno
Tras la polémica, este domingo fuentes del gobierno de San Juan informaron que ya no se colocarán más las fajas en las puertas de los contactos estrechos de casos positivos. «Se puso un solo día. Era para que el equipo de salud pueda detectar cuáles eran los hogares para asistir con comida, artículos de limpieza, y cualquier cosa que necesite cada familia», detallaron.
En diálogo con Clarín, también lo confirmó el secretario de Seguridad de San Juan, Carlos Munizaga. “No lo vamos a hacer más. Queríamos preservarlos en sus casas y que no tuvieran que estar aislados en hoteles”, dijo.
La misma medida de colocar fajas de seguridad había sido tomada con los camioneros que transportan mercaderías desde otras provincias con mayor circulación del Covid-19. Desde el 15 de julio, la policía coloca fajas en las puertas laterales a los camiones que no tengan que descargar en San Juan, sino que estén de paso porque se dirigen hacia otra provincia. Según explicó el secretario de Seguridad, Carlos Munisaga, esta faja se les quita en el control de salida de la provincia para evitar que los choferes bajen en algún lugar del camino.