El protagonista de esta historia es Nicolás Olisco Aguayo. El nene estudia en la escuela Nº8 de Maipú, provincia de Buenos Aires, la cual en los últimos días fue robada por un grupo de ladrones que se llevaron hasta el símbolo patrio que flameaba cada día en el mástil.
Esta situación les generó tristeza a algunos alumnos al no poder hacer el habitual saludo a la bandera durante varias jornadas. Ante esto, el nene de 10 años pensó que podía hacer algo al respecto para solucionar este problema y tomó una decisión: usar sus ahorros para comprar una bandera para el colegio.
Se iba a comprar una pelota de fútbol
Nicolás llegó a su casa luego de la escuela y le contó a su mamá que quería utilizar la plata que ahorraba para comprarse una pelota de fútbol y unos botines para comprar una bandera nacional y así reponer la que faltaba en la institución. Sus padres se conmovieron por su gesto y aceptaron orgullosos. La bandera la pagó $3750 y le quedaron $1500 en sus ahorros.
Tras comprar la bandera, el chico fue al colegio al día siguiente y cuando ingresó preguntó en la dirección si podía hablar con la directora. Sin embargo, en ese momento se encontraba en una reunión y por eso guardó la bandera en su mochila y entró a clases.
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Antes de salir al recreo le avisó a su profesor lo que había hecho. “Estaba por tocar el timbre del recreo, entonces les dije a mis alumnos que cerraran sus carpetas. En ese momento vi que Nico levanta la mano. Me acerco y comenzamos a hablar sobre la bandera que robaron del patio. Yo me imaginaba que iba a contarme quién había sido el ladrón, sin embargo, lo que pasó me dejó sin palabras”, expresó Julián Caballero, uno de sus profesores