Este martes, Rusia lanzó un ultimátum y abrió un corredor humanitario al tiempo que cesó el fuego en Mariúpol. Todo esto va de la mano, ya que el país invasor instó al ejército ucraniano a deponer sus armas en la zona industrial de Azovstal. Allí se encuentra uno de los últimos focos defensivos del país en la ciudad portuaria.
El Ministerio de Defensa ruso comunicó que sus militares abrieron el corredor para dejar salir a sus colegas ucranianos. También dejarán pasar a combatientes de formaciones nacionalistas que hayan depuesto sus armas de manera voluntaria.
Esta decisión tiene relación con la catastrófica situación que se vive en la zona. Es por esto que, apuntan a que la medida sería de carácter puramente humanitario, según reflejaron las agencias AFP y Sputnik. En ese sentido, el jefe del Centro Nacional de Gestión de Defensa ruso, Mijail Mizintsev reconoció que todo aquel que decida rendirse conservaría su vida.
“Nos dirigimos a todos los militares del ejército ucraniano y a los mercenarios extranjeros: les espera un destino poco envidiable debido al cinismo de las autoridades de Kiev. No pongan a prueba a la suerte, tomen la decisión correcta, la de poner fin a las operaciones militares y depongan las armas”, sentencia la misiva rusa.
Rusia dejó trascender que 30 micros y vehículos de transporte, 10 ambulancias y centros de alojamiento fueron dispuestos para atender a los ucranianos. Allí irían los rendidos para recibir atención médica y alimentos.
La viceprimera ministra Irina Vereschuk fue quien recibió esta declaración rusa por la parte ucraniana. En el comunicado ruso garantizaron el cumplimiento del Convenio de Ginebra respecto al tratamiento de prisioneros de guerra.
Con antecedentes
Este no es el primer pedido de rendición que realiza Rusia en Ucrania. De hecho, durante la pasada semana un poco más de mil soldados ucranianos se rindieron en Mariúpol. Es por eso que Rusia cesó el fuego temporalmente luego de presentar un nuevo ultimátum a la espera de una respuesta que difícilmente llegue.