Se entregó el segundo agente penitenciario que era buscado en el marco de la causa que investiga los vínculos entre los presos que dirigían el negocio narco desde el penal de Paraná, con los agentes penitenciarios, que colaboraban con el ingreso de la droga a la cárcel.
“Cerca del mediodía de este jueves se hizo presente en Fiscalía, acompañado por una abogada, y como tenía la orden de detención librada y abierta se produjo la detención del otro penitenciario que estaba siendo requerido”, confirmó el fiscal Santiago Alfieri, en declaraciones a Canal Once.
El funcionario reveló que pidió al Juzgado de Garantías la captura y detención de otra persona. Se trata de Franco Agustín Arrúa de quien, por el momento, se desconoce su paradero.
Arrúa es uno de los hijos del conocido capo narco Pedro Amadeo Pity Arrúa; un ciudadano misionero que fue condenado en marzo del 2020 a 13 años de cárcel por montar una estructura que transportaba marihuana y cocaína desde Paraguay y Misiones para su distribución en localidades de Entre Ríos, y también a otros puntos del país. Según se pudo establecer, Arrúa manejaba su negocio desde las cárceles de Concepción del Uruguay y Gualeguaychú, donde estaban cumpliendo penas por narcotráfico.
Mujer detenida
En las últimas horas se produjo también la detención de una mujer en Concepción del Uruguay. Sería la pareja de un preso alojado en la cárcel de Federal, que antes estuvo detenido en el penal de Paraná. “Estaban vinculados con las transacciones bancarias electrónicas”, explicó el fiscal Alfieri. Y refirió que “los elementos secuestrados harán a la acreditación del vínculo de esta mujer con el interno, que en principio sería informal, pero afirma objetivamente parte de las sospechas que llevamos con la investigación, de campo y electrónica”.
Alfieri aclaró que se investiga “la comercialización de estupefacientes, la contraprestación de pago con teléfonos, la comercialización ilegal de teléfonos entre internos dentro de la Unidad Penal Nº1 de Paraná, la tarea de filtración de los dos agentes penitenciarios y la colaboración externa de personas en libertad para generar las cuentas bancarias, ponerlas a titularidad y realizar la materialización del dinero electrónico que toque tierra por las extracciones por cajero, las bocas de expendio de billetes”.
Más celulares
El fiscal reveló también que “a raíz de las imputaciones formuladas, los arrestos domiciliarios concretados con posterioridad a las declaraciones de algunas personas y la reacción que se suscitó en la Unidad Penal Nº1 de Paraná”, hubo nuevas requisas.
“Se realizó una requisa preventiva en ese pabellón y un allanamiento autorizado por el Juzgado de Garantías . Se encontraron cinco teléfonos celulares”, informó el responsable de la investigación que pretende acreditar los vínculos narco entre presos y agentes penitenciarios para la venta de drogas dentro y fuera del penal de Paraná.
Agregó Alfieri que “se investiga a una organización dentro de la cual, dos son agentes penitenciarios y en su rol permitieron que se filtren cosas”. Y señaló, a modo de ejemplo: “Una manera de meter estupefacientes y celulares al penal era por sobre los muros, en los recreos”.