El pasado 27 de mayo en la localidad mendocina de Las Heras, un hombre secuestró a su novia y le pidió rescate a la familia para liberarla. Sin embargo, la transacción no se concretó, la joven recuperó su libertad y el acusado quedó detenido. Ahora la Justicia determinó que lo hizo para pagar una deuda a unos prestamistas y le dictaron prisión preventiva.
Todo ocurrió en una vivienda de la calle 19 de Mayo, del barrio Cinco Mil Lotes, donde Joaquín Manuel Arce, de 29 años, convivía con su pareja, una joven de 22.
De acuerdo a lo reconstruido por la policía, durante la noche, el acusado golpeó a su novia, la redujo en el suelo de la casa y la privó de su libertad.
Luego de esta situación le sacó el celular a la víctima y, en una breve conversación, le mandó un mensaje por WhatsApp a la madre de la joven donde le preguntó si sabía dónde se encontraba su hija y le pidió una suma de $5 mil.
Ante la respuesta negativa de la mujer, el acusado le respondió: “No sabe y no va a saber hasta que me den la plata” y le envió una foto de la joven sentada en el suelo y con un golpe en la cara.
Tras los mensajes, la madre de la víctima le avisó a su otro hijo y este se dirigió hasta el domicilio donde se encontraba su hermana. Cuando llegó hasta la puerta comenzó a llamarla por teléfono hasta que lo atendió y le dijo que le diera el dinero a unas personas que estaban en la vereda.
Sin embargo, el joven se negó a entregar la plata y a los pocos minutos el agresor liberó a su pareja. Inmediatamente, la familia dio aviso a la policía, pero la joven declaró que no había sido víctima de ningún delito.
Pese a su relato, el acusado quedó detenido y el fiscal de Delitos No Especializados Oscar Malla, solicitó en los últimos días la prisión preventiva utilizando como pruebas la conversación de WhatsApp y las declaraciones de los familiares.
De esta manera, la jueza María Julieta Espínola, acudió al pedido del funcionario y acusó al detenido por el delito de privación ilegítima de la libertad agravada por mediar violencia de género, el cual prevé una condena mínima de 5 años de prisión.
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Fuentes ligadas al caso detallaron a Diario UNO que Joaquín Arce ya había enfrentado una causa anterior por amenazas con uso de arma en contexto de violencia de género, por la cual fue condenado a una pena de 3 años de prisión en suspenso.