Un grupo de padres pide que se puedan hacer eventos en las escuelas rurales. La iniciativa se originó en la Escuela Nº 33, Nicolás Avellaneda de la localidad de Isletas, departamento Diamante, pero inmediatamente tuvo eco en otras instituciones rurales de la zona y la provincia.
Como primer paso, elevaron una nota con firmas a la Junta de Gobierno local, para que desde el ente gubernamental intercedan ante las autoridades correspondientes, en este caso la Dirección Departamental de Escuelas.
Desde las cooperadoras escolares argumentan que «en los últimos meses ya se han llevado a cabo distintos eventos de concurrencia masiva en la provincia», mientras que en las instituciones educativas esta posibilidad aún está restringida.
En esta época del año, solo restan días para las las fiestas de fin de curso, que de acuerdo a la normativa vigente, solo podrán contar con el acto, sin cena ni baile.
Los padres sostienen además, que este tipo de celebraciones como cenas, almuerzos, bailes son fundamentales para recaudar fondos y hacer frente a las necesidades de los establecimientos educativos, como el mantenimiento de los edificios y otros gastos para el adecuado desarrollo de las actividades.
En las zonas rurales, las fiestas en las escuelas son tradicionales; además del encuentro de la comunidad, permiten generar recursos que las cooperadoras inviernen en las constituciones. Éstas en su mayoría se encuentran a varios kilómetros de las ciudades más cercanas, en pleno campo y la concurrencia a las celebraciones suele promediar las 300 personas. Es decir, en comparación a otros eventos, el riesgo de contagio de coronavirus en ínfimo, consignó Informe Litoral.
