El pasado sábado, un comerciante denunció la agresión de una agente de tránsito tras una discusión. Sobre esta situación habló en las últimas horas la inspectora Liliana Vázquez en declaraciones mediáticas en las que pidió disculpas. Lo hizo acompañada por su abogado.
Pese al hecho denunciado por el comerciante, todavía deben esclarecerse las circunstancias en las que se produjo la discusión. Para esto, las autoridades policiales pretenden contar con las filmaciones de cámaras de seguridad que pudiera haber en esa zona del centro.
Este lunes por la mañana, Vázquez se presentó en el Ministerio Público Fiscal junto a su abogado y en la salida brindó declaraciones periodísticas. «Siento nervios y angustia por mi familia, por mis hijos y por mis nietos», sentenció a Canal Once.
Señaló que su exposición la hace sentir vergüenza por lo que sienten sus hijos. «Nunca hubiera hecho algo así a mi familia», agregó entre sollozos.
La mujer explicó que a lo largo de su carrera nunca tuvo un incidente de este tipo y que en esa jornada se encontraba trabajando desde las 8.
Sobre la situación puntual que derivó en su reacción, contó: «Este hombre era insoportable. Pegué la vuelta para irme y me sacó el talonario. Lo demás se lo dejo al abogado. Me arrepentí desde el primer día. Cuando entré a la Dirección dije que jamás les iba a hacer pasar vergüenza a mis hijos en la calle. Los crié sola y les di lo mejor», comentó.
La mujer con 18 años como inspectora explicó que tiene 29 años de servicio y no sabe cómo quedará su situación. «Si tengo la oportunidad, quiero pedir disculpas», dijo la inspectora, y añadió: «Él estaba totalmente contra mí, contra mi trabajo y el municipio», añadió.
Detención
La mujer se acercó al patrullero en el momento posterior a la agresión porque pensó que serviría de protección. Nunca supo que se encontraba detenida por lo ocurrido. «Recién hoy me preguntaron si me habían leído los requisitos. Yo pensé que me estaban protegiendo», dijo.
La mujer estuvo detenida desde el mediodía hasta las 21.45 de esa jornada. Incluso llegó a dormir en el lugar: «Me trataron bien, me quedé dormida en un cuartito con rejas, pero no entendía nada».