Unos 40 colectivos urbanos no salieron este jueves a la mañana a realizar su habitual recorrido por las calles de Paraná, en el marco del reclamo de los choferes agremiados en UTA de que se revise el estado de las unidades. La medida afectó el normal funcionamiento del servicio, un día después de que la Comuna intimara a la firma Buses Paraná a ofrecer una explicación por lo sucedido este miércoles y garantizar las frecuencias establecidas.
Los usuarios dieron cuenta de los alcances de la faltante y denunciaron que debieron esperar más de una hora en las garitas para concurrir a sus lugares de trabajo o estudio.
“Seguimos con los controles en las unidades, como hicimos ayer, ya que tenemos déficits enormes. La empresa había prometido cambiar parabrisas pero no lo hizo. Así que los coches no salieron», afirmó en diálogo con Canal 11 el delegado de UTA por la empresa Ersa, Juan José Britos. El gremialista agregó que «ayer se quitaron unos 20 de cada empresa y hoy, un número similar. Es decir, que entre el miércoles y este jueves, se han quitado unos 40 coches en promedio, que no han podido prestar su servicio normal.
Controles. Los trabajadores resaltaron que los controles que ellos exigen debieran ser realizados por la autoridad municipal competente. Sin embargo, esas medidas no se están cumpliendo. “La revisión es para la seguridad de los pasajeros que llevamos y el único responsable cuando ocurre un accidente es el chofer. Estos controles los tienen que hacer el Municipio, pero no sabemos por qué no los están realizando. El municipio no se pone en el rol que le corresponde”, denunció Britos.
Por su parte, Diego Dlugovitzky, subsecretario de Transporte de la Secretaría de Seguridad Vial, Movilidad y Ordenamiento Urbano de la comuna, explicó que cada día circulan en las calles de Paraná, 180 colectivos en simultáneo, por lo tanto las revisiones técnicas implementadas por UTA, afectaron “solo el 30 por ciento de las unidades que debían prestar el servicio”.