En las últimas horas se conoció que Tucumán vivió un nuevo hecho insólito: un hombre confesó que fingió un robo para impresionar a su novia. El motivo es que se había peleado con ella poco antes y buscaba llamar nuevamente su atención. Finalmente confesó todo lo ocurrido.
Originalmente la denuncia llegó a la policía como un supuesto robo con lesiones incluidas, pero todo resultó ser una farsa. La idea fue de un joven que cumplía funciones de portero y vigilante de una empresa de transporte ubicada en la rotonda del empalme en San Andrés, al este de Tucumán.
La investigación de la denuncia inicial duró poco, ya que los efectivos de la comisaría jurisdiccional detectaron irregularidades y ahondaron en el relato del joven. El muchacho de 20 años debió brindar más detalles sobre su denuncia, lo que poco a poco terminó por acorralarlo y hacerlo contar la verdad.
El muchacho reveló que todo el relato fue una farsa y que lo inventó con la intención de llamar la atención de su pareja, con la que estaba distanciado. Es así que el hombre fingió un robo para impresionar a su novia, aunque la mentira duró poco.
El jefe de la Unidad Regional Este, Fabio Ferreyra, fue quien contó que este hecho se produjo el domingo pasado (30 de abril) al mediodía. Originalmente tuvieron un llamado por un supuesto robo que se había producido en una empresa de transporte de cargas.
El móvil de la comisaría correspondiente por jurisdicción llegó al lugar con el jefe de turno, jefe de zona y la brigada de investigaciones. Originalmente se señaló que habían ingresado cuatro personas fuertemente armadas y habían producido un robo agravado.
La Jefatura de Policía y el Ministerio de Seguridad investigaron los hechos relevando imágenes de las cámaras hasta el martes. Con la información obtenida hasta ese momento comenzaron a surgir dudas respecto a las declaraciones de la víctima.
A los policías les llamó la atención que los ladrones habían dejado una escopeta y dinero; además estaba todo en un aparente orden. Por otra parte, las cámaras no respaldaron el relato de la supuesta víctima, a la que volvieron a llamar.
La intención era recibir una nueva declaración, pero el joven terminó confesando que todo había sido una mentira. El muchacho reveló que su intención era parecer un héroe delante de su novia, con quien se había peleado; también había tenido una discusión con el jefe encargado del servicio.
Convocado por la justicia, el muchacho volvió a confesar sobre su falsa denuncia, motivo por el que la investigación se archivó y luego de revisar los antecedentes del joven, ordenaron su inmediata libertad.