Jeremías tuvo la iniciativa de comenzar a vender naranjas para poder reparar su bicicleta. El niño tiene 10 años y va a la escuela N° 1 “Onésimo Leguizamón” de Rosario del Tala.
Su bicicleta se rompió y debe comprarle una goma. Fue así como repentinamente decidió realizar un emprendimiento que llamó la atención de su familia. Se encontraba en la casa de su abuela, cuando con su mamá Aldana cosechaban naranjas de un árbol que hay en el fondo de la vivienda. En ese momento, se le ocurrió salir a vender el producto de la recolección, para poder el juntar dinero.
Su madre y su abuela colaboraron con el lavado de la fruta. Mientras, el niño se ocupaba de pesarlas y embolsarlas para venderlas. Los vecinos no dudaron en colaborar y Jeremías rápidamente tuvo muchos pedidos.
“No pensé que iba a ser así. Empezaron a llegar los pedidos y Jere ofrecía las naranjas. Nos sorprendió la reacción de la gente. Mi hijo parece tocado por una batita mágica por como es, tanto en casa como en la escuela», expresó Aldana, la mamá del nene. Luego prosiguió: «Nos sentimos orgullosos, ya que es muy chico y sabe que sin sacrificio no se logra nada. Su emprendimiento es sin dudas un ejemplo para la gente en un momento tan complicado de nuestra sociedad y ya hay otros chicos que empezaron a imitarlo, lo que es bueno. Es importante que sepan que el estudio y la cultura del trabajo, tiene su recompensa”.