Un hombre mató a tiros a sus tres hijas, a otra persona y luego se suicidó en una iglesia de Sacramento, California, según informaron el lunes las autoridades locales.
Agentes policiales que respondieron a reportes de balazos hallaron a cinco personas muertas, incluido el agresor y sus hijas, en el templo del vecindario Arden-Arcade, dijo el sargento Rod Grassman, del Departamento de Policía del condado Sacramento.
«Descubrimos a un hombre adulto, un padre que abrió fuego, matando a sus tres hijas y luego se suicidó», explicó Grassman.
El autor de los hechos es un padre de 39 años que disparó hasta matar a sus tres hijas, de 9, 10 y 13 años, según informaron desde la oficina del ‘sheriff’.
La cuarta víctima es un miembro de la iglesia que acompañaba a la familia dentro del templo, y aún resta por conocerse si existía algún tipo de relación personal entre el asesino y esta persona.
La madre de las niñas está viva y continúa colaborando con la Policía
Por su parte, la madre de las niñas está viva y continúa colaborando con la Policía, a quienes informó de que ya había presentado una orden de alejamiento contra el padre, según comunicaron las autoridades.
Grassman señaló que no sabía si los familiares pertenecían a la iglesia, que se ubica en una manzana con residencias en su mayor parte cerca de un área comercial al este del centro de Sacramento.
Tampoco se había podido precisar cuántas personas se encontraban en la iglesia cuando se efectuaron los disparos, ni si se estaba realizando alguna ceremonia u otra actividad.
Un trabajador de la iglesia escuchó las detonaciones
El suceso ocurrió en torno a las 17.00, hora local, cuando un trabajador de la iglesia escuchó las detonaciones provenientes del interior del templo.
La Policía pidió a los vecinos que eviten circular por la zona, que se encuentra acordonada y con un amplio dispositivo desplegado mientras el incidente está siendo investigado.
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Los tiroteos, particularmente en escuelas, centros comerciales o lugares de culto, son un mal recurrente en Estados Unidos que los sucesivos gobiernos no han podido detener, en particular debido a las disposiciones de la Constitución que protegen el derecho de los ciudadanos estadounidenses a portar un arma.
La violencia armada aumentó desde el inicio de la pandemia en el país. Más de 44.000 personas murieron por esa causa en 2021, la mayoría por suicidios, según el sitio web Gun Violence Archive.