Miguelina Fredes, una joven maestra de Primaria, está en el centro del escándalo tras ser descubierta por los padres de sus alumnos: aseguran que vende fotos y que se postuló para ingresar a Gran Hermano.
Según contó en el video que mandó al reality de TV, Miguelina es entrerriana. Nació en Basavilbaso, hace 28 años. Tiene dos hijos y trabaja en el Escuela Normal 30 de la localidad de Campana, en Provincia de Buenos Aires. Es titular de tercer grado y el primer día de clases, tras charlar con los padres y los alumnos, aseguró sentirse descompuesta y se retiró del establecimiento.
En los días siguientes la mujer comenzó a faltar en reiteradas ocasiones hasta que pidió licencia por «inestabilidad emocional, gran ansiedad general y episodios depresivos». Los reclamos de otros maestros y de padres fueron reiterados ante los directivos de la mencionada escuela.
Los padres comenzaron a investigar en las redes sociales y se encontraron con un video que les llamó muchísimo la atención. Miguelina se filmó para entrar a Gran Hermano, envió el video y en su presentación no habló de la patología que sufre.
Los padres comprobaron también que vende fotos de alto contenido en sitios por suscripción. «Son fotos al desnudo y videos eróticos que comercializa en una plataforma», aseguraron.
Incompatibilidad
Los padres también denunciaron que «ha ido en total una semana a dar clases pero en sus redes sociales publica cosas todos los días. Que haga lo que quiera con su vida privada, pero si la hace pública ya es incompatible con la docencia», dijo una madre.
«Era lo que faltaba ver que encima se inscribió a Gran Hermano. Queremos que no esté a cargo de ningún curso de este colegio. Ya hay una suplente pero ella sigue de licencia y cobrando», indicaron.
Lautaro Ríos, padre de otra de las alumnas de la maestra que vende fotos y quiere entrar a Gran Hermano, sostuvo en declaraciones que: «Nunca cruzaron los datos. Nosotros ya comprobamos que viene de otro colegio donde hizo algo similar». También recordó que cuando comenzó a faltar todos los días «comenzaron a dar clases la directora, la vice, otras maestras. Les llenaban a los chicos los horarios con música e inglés».
Los padres, preocupados por la situación de sus chicos, decidieron buscar a la maestra en las redes sociales y ahí fueron cuando encontraron todo en sus perfiles de Instagram y YouTube. Al mismo tiempo que estaba de licencia por problemas de salud, en realidad «se la pasaba subiendo cosas y todavía lo hace», indicaron.