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Utilizan cocaína secuestrada al narcotráfico para construir edificios

Ante la falta de espacio para guardarla, recurrieron a una medida que sería más rápida que incinerarla.

El registro de la guerra contra el narcotráfico en Ecuador lleva cifras impactantes en los últimos tiempos, convirtiéndose en el tercer país del mundo con más droga decomisada, de acuerdo el último Informe Mundial sobre las Drogas de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

Sin embargo, los números positivos reflejados por las autoridades locales, que estiman que hubo al menos 400 toneladas de cocaína secuestrada en los últimos dos años, condujeron a un problema que requirió una medida revolucionaria que no tendría precedentes: como no tienen donde guardarla, pretenden convertir los estupefacientes incautados en hormigón.

Para utilizarla en los materiales de construcción, la cocaína pasa por un proceso en el que es triturada y mezclada con otros materiales de descarte como fármacos vencidos o basura.

Cientos de bloques de droga incautada llegan semanalmente a una planta de tratamiento de residuos para ser procesados y mezclados con vidrio, desechos médicos y aceite, en una máquina pulverizadora convierte todo en polvo. Luego se mezcla con cemento, arena y agua para producir el concreto.

De acuerdo a sendos informes de la señal CNN en español y de la alemana Deutsche Welle (DW), el proceso, tras el consecuente fraguado y decantado del material triturado, convierte a la cocaína en una materia impenetrable y no permite que la droga se filtre al suelo o pueda ser recuperada.

Este método, que se conoce como de «encapsulamiento», fue apoyado por la UNODC, organismo especializado en narcóticos de la ONU. 

Según detallan las autoridades, este método resulta cuatro veces más rápido que incinerarla, la forma tradicional de destrucción del narcótico. Es que para quemar una tonelada de cocaína se requiere un plazo de 12 horas.

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Los técnicos de la planta habilitada en las afueras de Quito ya procesaron más de 350 toneladas de la droga que se volvió un insumo indispensable para el proceso. El hormigón, claro, es destinado a la construcción y a la pavimentación.

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