En las playas de las islas frente a Paraná, casi nadie se cuida del covid. Los bancos de arena se han convertido en el lugar preferido por cientos de personas todos los días, especialmente jóvenes. Sin embargo, la ausencia de controles provocan que no se respeten las normas mínimas de distanciamiento y que no haya controles.
La Municipalidad de Paraná argumenta que no tiene jurisdicción sobre el lugar, aunque institucionalmente manifestó su preocupación por la situación que viene repitiéndose desde fines de la primavera. La Prefectura realiza recorridas de rutina, pero no interviene en cuestiones relativas al evidente incumplimiento de las normas de prevención del coronavirus.
En la isla Puente, el Paraná Rowing Club armó El Row Parador, un lugar abierto a todo público que ofrece música, bebidas, comida, guardavidas y el traslado de ida y vuelta en lancha.
Los fines de semana, especialmente, estos lugares se llenan de gente. Muchos asisten en sus propias embarcaciones, ataviados con todos los elementos para consumir. Las redes sociales muestran permanentemente imágenes que distan mucho de los cuidados recomendados.
Recomendaciones de Salud
«En esta Pandemia, es necesario que reforcemos aún más los cuidados y normas de higiene para prevenir el contagio del Coronavirus», reiteró este sábado el Ministerio de Salud de Entre Ríos. Y agregó: «Está en manos de cada uno que el virus no continúe propagándose y afectando a las personas de riesgo, adultos mayores y con enfermedades prevalentes».
Varias islas para elegir
Diariamente, embarcaciones de todo tipo (kayaks, piraguas, canoas, botes o lanchas con diversos motores), recorren las aguas del Paraná para llegar a los paraísos de arena que se forman en las islas cercanas a nuestra ciudad. Según publicó hace un tiempo El Mirador provincial, el paisaje ribereño está compuesto por la Isla Curupí, la más próxima a la costanera paranaense y la más pequeña con 650 metros por 160; la Isla Puente, que tiene 1600 metros en su parte más larga y 500 en su parte más ancha y se ubica por detrás de la Curupí si miramos desde el Puerto Nuevo; y, finalmente, la Isla del Novillo, o más conocida como Isla Bonita, ubicada a la altura de la Toma Vieja, con 1500 metros en su parte más larga y 350 metros en su parte más ancha. Estas son algunas de las opciones para los navegantes que a remo llegan en tan sólo 15 minutos a la Isla Curupí y en 40 a la Isla Puente, mientras que con motor el ritmo de viaje se acelera.
En estas islas y bancos de arena formados por la pronunciada bajante del río, se reúnen decenas de personas que disfrutan de las playas exclusivas que la naturaleza nos regala en el marco inigualable que componen las aguas del Paraná y la vegetación típica de la zona.