El 15 de julio se cumplen 11 años del lanzamiento de «Gangnam Style», una pegadiza canción que era interpretada por un cantante coreano llamado PSY. Sin esperarlo, en pocas semanas, el tema se convirtió en un récord de reproducciones y su peculiar coreografía fue viral alrededor del mundo. De hecho, desde Madonna hasta Britney Spears aprendieron el «Baile del caballo».
Todos querían ser parte del exitoso tema que entremezclaba el género pop con el electro, pero la fama terminó y se convirtió en una condena para el rapero porque nunca más pudo conseguir la popularidad que le dio aquella canción. Asimismo, a raíz del contundente «fracaso«, encontró una «escapatoria» en el alcohol y durante muchos años se lo vio lejos de la industria musical.
Tras tocar fondo y conocer lo más oscuro de la fama, el artista coreano decidió cortar todo lazo con quienes eran sus representantes musicales e inició un nuevo camino como CEO de una empresa. Actualmente, a poco más de una década del lanzamiento de «Gangnam Style», el hombre recuperó su vida de las adicciones y proyecta un próspero presente.
La persona detrás de PSY
Su nombre verdadero es Park Jae-sang y nació, el 31 de diciembre de 1975, dentro de una familia de buen pasar económico del distrito de Gangnam en Seúl, Corea del Sur. Su padre, Park Won-Ho, es el gerente ejecutivo de una reconocida empresa tecnológica que fabrica chips para celulares; Su madre, Kim Young-hee, es propietaria de una serie de restaurantes.
Pese a la posición social, estudió música en la Escuela de Música Berklee. Los primeros pasos en la industria artística los dio en el año 2001 cuando lanzo su primer álbum llamado «From the psycho world». Su trabajo fue tan polémico que lo multaron por obsceno e inapropiado.
Esto mismo paso con el segundo CD de PSY, pero con la diferencia de que fue prohibido para menores de 18 años. Si bien cada año sacó canciones nuevas y estuvo en la boca de todos por sus letras provocativas, tras una década de esfuerzo, encontró un nuevo camino de la mano de la música dance/electrónica. Fue en ese entonces que tuvo la oportunidad de conocer la fama a nivel internacional.
El furor de Gangnam Style
El 15 de julio de 2012 el cantante publicó en YouTube el single «Gangnam Style». Gracias a su alegre ritmo y curiosa coreografía, la canción recorrió el mundo y se convirtió en el primer fenómeno viral de esta plataforma internacional. Asimismo, rompió dos récords Guinness al superar los 3.748.000.000 de vistas.
Su popularidad llegó tan lejos que figuras de todo el planeta bailaron o cantaron el tema pegadizo. Por ejemplo, el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama realizo la coreografía durante un acto en la NASA; Madonna, bailó el «Baile del caballo» en el Madison Square Garden de Nueva York y Britney Spears aprendió los pasos junto a él en el programa de Ellen DeGeneres.
Además, recibió el premio al «Mejor video del año 2012» en los MTV Europe Music Awards y se llevó el trofeo de «New Media Honoree» en los American Music Awards. Asimismo, PSY, también tuvo apariciones televisivas en reconocidos programas estadounidenses y fue tapa de las revistas más importantes de la industria como la «Rolling Stone».
La vida después de la fama
Tras la popularidad de Gangnam Style, PSY pensó que estaba en su mejor momento para expandir aún más su carrera y lanzó la canción «Gentleman». Pese a que seguía el mismo ritmo que su popular single, no recibió el apoyo suficiente para ser un nuevo éxito. Esto mismo sucedió con los siguientes temas que tampoco consiguieron reconocimiento a nivel internacional.
Para mitad del 2013, el cantante dio los primeros indicios de alcoholismo. A sus fracasos laborales, se le sumó el estrés y la presión mediática que terminaron forjando su adicción al vodka. Durante años se lo vio muy desmejorada y hasta conoció el olvido de los medios tanto coreanos como del mundo, por ello llegó a estar muy triste.
Leé también: https://entremediosweb.com/un-sujeto-intento-matar-a-su-exesposa-lograron-detenerlo
Luego de esta desaparecido de la industria musical, PSY decidió renunciar a su carrera como cantante y emprendió un nuevo camino como CEO de su propia empresa de representación de artistas. Asimismo, renunció a todo aquello que lo relacionaba con los vicios y dedicó su tiempo a recuperarse de las adicciones que lo había sometido.