Este viernes comenzó el pago del bono a jubilados, pensionados y beneficiarios de Asignación Universal por Hijo de ANSES y desde muy temprano se formaron colas en entidades bancarias. A medida mañana la sensación térmica ya superaba holgadamente los 30° y el calor se hacía sentir con fuerza en la vereda del Banco Entre Ríos de calle La Rioja.
Gente mayor esperaba resignada y sofocada que llegara su turno, algunos conseguían un lugar para sentarse, otros secaban el sudor con un pañuelo, varios agitaban las manos como abanicos para que les pegues una brisa, aunque de aire caliente, en la cara.
Todo ese cuadro lo vio Pablo de Bueno, un joven padre de dos hijas, al que no le fue indiferente el calor que estaban soportando los jubilados. No lo dudó. Fue a buscar en su auto una bolsa de hielo, 30 vasos y bidones de agua. Con timidez se fue acercando uno por uno para ofrecerles agua fresca, un verdadero tesoro en medio de la sofocante mañana.
«Un puesto de hidratación hubiera venido muy bien», dijo el hombre en medio de la tarea. Es que algo de eso conoce. Pablo ha tenido varios emprendimientos nocturnos, incluso hasta una barra de tragos. Pero esta vez cambio aperitivos y tragos por agua para que la gente que esperaba cobrar su bono no se descompense esperando.
También otra persona se sorprendió por la escena que veía. Era un vecino del Banco que salió al balcón tras escuchar ruidos en la calle. «Era este señor que partía hielos de la bolsa. Me quedé observándolo», relató Walter Ardinson, el responsable de que esta historia se haga viral. «La gente de la vereda y yo lo aplaudimos. Él sonrió», escribió en su muro en Facebook.
