Este miércoles, tras un operativo, efectivos policiales clausuraron un criadero ilegal de perros. Este local funcionaba en el barrio porteño de Villa Urquiza, sitio en el que encontraron a 22 perros enjaulados y separados en lugares reducidos.
Ante esta situación, imputaron al responsable del lugar por la “omisión de recaudos” en el cuidado de los animales. A su vez, la policía informó de lo sucedido al Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires.
Luego de recibir las denuncias, el fiscal Carlos Rolero Santurián ordenó la investigación en manos del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ). Este organismo funciona bajo la órbita del Ministerio Público de la Ciudad y fue el responsable de comprobar la existencia del criadero ilegal.
En el allanamiento encontraron un total de 22 perros, de los que 10 eran cachorros de diferentes razas. Había ejemplares de bulldog francés, ovejero alemán y dachsund (perro salchicha), todos enjaulados en espacios reducidos que impedían su libre movilidad.
La intervención estuvo a cargo de efectivos de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (Ufema). Además trabajaron la División Canes de la Policía de la Ciudad y la Agencia de Protección Animal.
Tras recibir la información recabada, el fiscal que intervino en el hecho imputó al responsable del criadero por la omisión de recaudos y mantenimiento en condiciones inadecuadas. Para esto siguió la Ley 6.713 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de Protección y Cuidado de Animales Domésticos.
De esta manera clausuraron el criadero ilegal de perros que funcionaba en la localidad de Villa Urquiza. Los pasos que continúan estarán a cargo de la justicia.