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El relato escabroso de la enfermera de Maradona: detalles de su declaración

La causa que investiga la muerte de Diego Armando Maradona tiene hasta el momento siete personas imputadas. Una de ellas es la enfermera Dahiana Gisela Madrid, de 36 años, a quien en el informe judicial se describe como “enfermera, auxiliar de enfermería, enfermera profesional, capacitada en recursos humanos y asistente para depilación definitiva”. Este miércoles se presentó a declarar y lo hizo de manera pormenorizada y escabrosa.

A la imputada primero se le hizo saber que pesa sobre ella el delito de homicidio simple previsto y penado en el art. 79 del Código Penal. Luego se le mencionaron los elementos de prueba en su contra, una larga lista de entre informes médicos, capturas de mensajes de WhatsApp y de audios que intercambió con el resto de los integrantes del equipo médico, conclusiones de la junta médica, informes periciales, y demás.

Madrid vivió uno de lo momentos más tensos de su vida cuando las autoridades judiciales le mencionaron los hechos por los cuales se concluyó en su responsabilidad por la muerte del astro. Se le indicó que “al menos entre los días 11 y 25 de noviembre de 2020 (…) la aquí imputada, Dahiana Gisela Madrid, en su calidad de enfermera e integrante del equipo médico tratante de la salud física y mental de quien en vida fuera Diego Armando Maradona, dirigido por los Dres. Leopoldo Luque, Agustina Cosachov y el Licenciado Carlos Ángel Díaz, junto a al menos la doctora Nancy Forlini (…) y Ricardo Almirón (…) infringieron los deberes que cada uno tenía a su cargo”.

Luque

Y se le indicó además que “también conocían que sus consortes hacían lo propio, colocando o colaborando colocar un cúmulo de factores y circunstancias notoriamente burdas, incrementando todos los antes nombrados el riesgo por fuera del margen permitido y condujeron al fatal desenlace del paciente que, de lo contrario, hubiese podido evitarse”.

Los argumentos para la imputación del delito por la que se lo acusa continuaron de la siguiente manera: “Habiéndose representado el resultado fatal ante el grave cuadro de salud que evidenciaba la víctima y que era conocido al menos por todos los profesionales de la salud nombrados (enfermedad renal crónica, enfermedad hepática preexistente -cirrosis dual-, insuficiencia cardíaca congestiva, deterioro neurológico crónico, adicción al alcohol y psicofármacos, probables enfermedades psiquiátricas sumado al cuadro de abstinencia alcohólica), ejecutaron acciones contrarias al arte de la salud y omitieron realizar los actos específicos que cada uno debía desarrollar en torno a su función, agravando el cuadro de salud de Diego Armando Maradona, colocándole en una situación de desamparo y abandonándolo a su suerte ya que provocaron el deceso de Diego Armando Maradona el día 25 de noviembre de 2020.

Se agregó que “en ese contexto de riesgo de vida para la víctima, los enfermeros (…) y Dahiana Gisela Madrid, en clara inobservancia de los deberes a su cargo, consistentes, entre otras, en la evolución constante del paciente, el cumplimiento del tratamiento médico prescripto y en el seguimiento de su evolución (…) omitieron asistir a Diego Armando Maradona los días 24 y 25 de noviembre de 2020, a sabiendas de su delicada situación y con conocimiento que esa omisión podía provocar la muerte”.

Por último se le hizo saber que “concretamente, hallándose a cargo de la salud de Diego Armando Maradona en su calidad de enfermeros, (…) y Madrid prestaron servicio los días de semana, y desde al menos el primer turno desde el día lunes 23 de noviembre hasta el momento que se determinó que la víctima se encontraba sin signos vitales, realizaron cuando menos chequeos y/o revisaciones deficitarias. Así omitieron advertir los signos y síntomas de la insuficiencia cardíaca que evidentemente presentaba, pues de haber desarrollado su función específica y acorde a la buena práctica, hubieren posibilitado un correcto abordaje durante su periodo agónico de al menos doce horas antes del fallecimiento”.

En ese momento se le dio laoportunidad de hacer su descargo o aclaraciones, ante lo que Dahiana Gisela Madrid hizo su declaración, de la que se destacan los siguientes textuales surgidos del expediente:

  • “En principio íbamos a ser dos enfermeros por turno cada ocho horas y después, por un motivo que desconozco, terminamos siendo un enfermero por turno”.
  • “Yo comencé el día 13 en el horario de 6:30 a 15″.
  • “Ese día pasé al baño y observé que estaba todo orinado, me dediqué a limpiarlo por si el paciente se levantaba ya que se podía resbalar con la orina en el piso”.
  • “Cerca del mediodía se levantó el paciente, estaba de buen humor, saludó cordialmente. Nos presentamos las personas que estábamos, se le preparó el desayuno, desayunó, se le administró la medicación, se le tomaron los controles de los signos vitales y luego se le preguntó si se quería duchar. Me dijo que sí y me permitió entrar a su habitación, le elegí la ropa y junto con el personal de seguridad, su sobrino Jony, lo llevamos a la planta de arriba donde había un baño con ducha, en el baño de abajo no había ducha, sólo había un inodoro y un vanitory. Me dejaron sola en el baño con el paciente y lo asistí”.
  • “(…) Le pregunté si el día de la internación le había quedado el pegamento de los electrodos en la parte del pecho y si quería que se lo retire y me dijo que sí. Con un algodón y con alcohol le fui frotando para despegarle, en un momento se cansó y me dijo que o quería seguir más, que cuánto le faltaba, le dije que tenía que tener paciencia y él me contestó que él nunca en su vida había tenido paciencia, que lo dejáramos para después”.
  • “(…) El fin de semana yo no trabajé y regresé el lunes 16 (…) El paciente se levanta, yo me acerco, me saluda, me da la mano, un beso, ingresa al baño y cuando sale del baño me dice que me cambie y que me vaya, que me retire, entonces yo lo miro al chico de seguridad y me dice que salga”.
  • “En ese momento, el de seguridad me dice si quiero esperar en el coche, me voy al coche, serían 8:30 de la mañana (…) luego llegó Maxi Pomargo y me preguntó qué hacía ahí, le digo lo que había pasado, me dice que me quede tranquila que al paciente después se le pasa, que ellos me iban a avisar si se levantaba de buen humor. Estuve más o menos hasta las 12 del mediodía sentada en el coche”.
  • “No se utilizaba la cocina porque estaba al lado de la habitación, en un momento ingresó al baño, él escucha un ruido y dice “Monona” y yo le digo “no, Diego, soy Dahiana” y me dijo “no, vos no”, así que fui afuera, le dije a Romina que la llamaba, ellos ingresaron, el paciente se había caído, cuando quise entrar a la habitación me dijo que no, que no entrara, que me retirara. Cuando lo acostaron se fijaron si se había golpeado, refirieron que se había golpeado la parte derecha. Le dije a Maxi que lo conveniente era llevarlo a una guardia o a una clínica porque él había tenido un hematoma subdural y si el paciente se había golpeado, lo más aconsejable era hacerle una tomografía. Maxi me dijo que no, que iba a salir en los medios y se puso a hablar por teléfono pero no sé con quién”.
  • “(…) El día 25 de noviembre (ndr: fecha de la muerte de Maradona) (…) Agustina modificó la medicación, se la preparé, y salimos para la galería. El psicólogo se levantó e íbamos a ingresar, me dijeron que no, y me quedé con Romina (…) El paciente no respondía, estuvieron cinco minutos, salen y dicen que no se despierta, no contesta”.
  • “Entré a la habitación, el paciente estaba en paro, me subo a la cama para reanimarlo, lo destapo, lo toco, tenía un brazo fuera de la cama, caído”.
  • “Agustina (Cosachov) no sabía qué hacer, empiezo a hacerle las maniobras y pido que llamen a emergencia o ambulancia. Le pido al de seguridad para que sea más eficiente el RCP, que le haga respiración boca a boca, le explico cómo tiene que hacer, cómo poner la cara, la boca”.
  • Cuando la Fiscalía le preguntó si el único día que tuvo contacto con el paciente fue el 13 de noviembre, respondió: “A partir del 13 no tuve más contacto físico con él. Me habían dicho que nosotros, los enfermeros, estábamos para dar la medicación en tiempo y forma para que el paciente no se automedique, que no era necesario que se controle”.
  • Cuando la Fiscalía le preguntó quién dio la orden de hacer lo que el paciente quería, no puntualizó, pero dijo: “Había que hacer lo que el paciente quería si el paciente se dejaba tomar los controles. Todo según lo que él quería o disponía. No había que molestarlo, no había que ingresar a la habitación, sólo darle la medicación en tiempo y forma únicamente”.
  • Cuando la Fiscalía le preguntó cuándo fue la última vez que controló al paciente, dijo: “El día 13, únicamente, después ningún otro día”.

La imputada brindó una muy extensa declaración que fue transcripta a lo largo de 42 páginas por parte de la Fiscalía. Entre otros temas describió la casa, las personas que entraban, habló de comportamientos confusos del paciente, explicó cómo hacía los informes médicos pese a no tener contacto con él, apuntó que la psiquiatra Agustina Cosachov era quien dirigía el tratamiento y, entre otras cosas, apuntó que fue Matías Morla quien convocó al psicólogo Carlos Díaz.(Fuente: TN)

https://www.entremediosweb.com/v2/el-emocionante-homenaje-de-la-conmebol-para-diego-maradona/
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