En una fiesta clandestina en Paraná cobraban 100 pesos la entrada. La situación fue advertida por vecinos de calle Brasil que llamaron a la Policía por el movimiento reinante y los ruidos molestos.
Avanzada la madrugada, personal de la Comisaria Cuarta fue comisionado para intervenir en la situación. Cuando los uniformados llegaron al lugar, hablaron con el dueño de casa, un hombre de 42 años de edad, que no opuso resistencia y dio por terminada la fiesta.
Según recabó la Policía, los asistentes manifestaron que habían pagado 100 pesos de entrada y que en el lugar había una barra para poder consumir bebidas alcohólicas.
La Policía cerró el lugar y notificó a los presentes del decreto que establece el Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatoria. En la oportunidad, identificaron a 84 personas que, según informó la fuerza, ”desbordaban al personal policial”.