Habilitan la realización de fiestas en quince islas y paradores entrerrianos. Así lo confirmaron desde la Municipalidad de Victoria, organismo que tiene jurisdicción sobre la zona de Paraná Viejo, frente a las costas de Rosario.
Según publicó el diario La Capital, la habilitación y fiscalización de los paradores del delta es jurisdicción del municipio entrerriano que ya habilitó quince paradores. “Todos los paradores pasaron las revisiones técnicas, pueden operar”, afirmó el asesor legal de Victoria, Elías Ruda, y apuntó que se preparan para recibir una gran afluencia de visitantes a las islas durante este verano.
El funcionario precisó que “en principio no está prohibida la realización de fiestas en la isla”. Y si bien tienen que solicitar un permiso para esta actividad “es algo tributario para que paguen un porcentaje de las entradas”.
Aun así reconoció que los bares de playa habitualmente funcionan con gran afluencia de personas, y “generalmente, no advierten que van a hacer alguna actividad especial”.
Fiesta
La confirmación se produjo tras una denuncia de los vecinos de la zona. La publicidad de una fiesta electrónica en uno de los paradores de las islas amenazó sus planes de pasar un fin de semana largo en la tranquilidad del humedal. Las fiestas, advierten, no solo producen contaminación auditiva en un ambiente protegido, sino también vuelve peligrosa la navegación en la zona.
La realización de fiestas más o menos masivas en los paradores isleños no es un fenómeno nuevo, pero la actividad se incrementó notablemente durante el verano del año pasado, cuando las restricciones para evitar contagios de Covid-19 fueron estrictas con la actividad nocturna en lugares cerrados.
En noviembre del año pasado, en pleno periodo de aislamiento social, preventivo y obligatorio, las redes viralizaron las imágenes de cientos de jóvenes bailando sin ningún tipo de cuidado en el delta, en pleno río Paraná.
Controles
En ese momento, Prefectura Naval anunció que se reforzarían los controles de alcoholemia tanto en el río como a la salida y al regreso de las guarderías náuticas para evitar que se navegue habiendo consumido bebidas alcohólicas.
Sin embargo, según advirtieron los vecinos de la plácida zona del Paraná Viejo, los operativos de fiscalización son mínimos para la magnitud que tiene el problema.