Una insólita historia tuvo lugar en el Aeropuerto de Ezeiza, cuando la pareja de un hombre que viajaba a Santiago de Chile, hizo una falsa amenaza de bomba para que no perdiera el vuelo. La mujer fue rastreada por el teléfono desde el que realizó la llamada y podría afrontar cargos y hasta la cárcel.
El episodio ocurrió el 27 de abril pasado. El hecho tomó estado público ya que este fin de semana la Policía allanó la casa de la presunta autora del hecho, ubicada en la ciudad santafesina de Cañada de Gómez, cerca de Rosario.
Ese 27 de abril, el personal del call center del aeropuerto de Ezeiza denunció haber recibido un llamado telefónico a través del cual una voz, aparentemente femenina, manifestó haber colocado un explosivo casero dentro de una mochila, que había dejado en un baño del sector de arribos internacionales.
Ante la advertencia, se activó en el aeropuerto el protocolo de seguridad, donde además hubo intervención de fuerzas de seguridad como el Grupo Especial de Control de Explosivos y Armas Especiales (GEDEX) de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Sanidad y Bomberos, quienes evacuaron el espacio y registraron los baños.
Mientras tanto comenzó el rastreo de la llamada. Esa investigación arrojó que el código de área del número desde el cual se realizó el llamado, correspondía a la ciudad de Rosario, por lo que también se activó el protocolo preventivo en el Aeropuerto Internacional Islas Malvinas.
Desde ese 27 de abril al día de hoy la causa judicial avanzó y determinó una serie de acciones, entre ellas un allanamiento realizado la tarde del viernes pasado en la vivienda de la sospechosa. Allí se encontraba el hombre que había intentado viajar. El personal policial secuestró el teléfono celular con la línea desde donde habría partido la amenaza.
La línea de investigación de los oficiales fue establecer que la amenaza de bomba había sido generada por una mujer radicada en Santa Fe, que ese día estaba trasladando en auto a un hombre hasta el aeropuerto de Ezeiza para que tomara un vuelo a Chile.
La desesperada maniobra de la mujer tuvo como objetivo demorar la salida del avión en el cual viajaría su pareja. Como el hombre había llegado tarde al momento del embarque, el llamado habría tenido como finalidad demorarlo y lograr que pudiera viajar.
En el hecho intervino el Juzgado Federal de Primera Instancia en lo Criminal y Correccional número 1 de Lomas de Zamora, a cargo de Federico Villena.