La impactante noticia del fallecimiento de Silvina Luna conmocionó al mundo del espectáculo. Esta tragedia no solo lamenta la pérdida de una joven vida, sino que también vuelve a centrar la atención en el médico Aníbal Lotocki. En 2010, la modelo se sometió a una cirugía de aumento de glúteos en su clínica y años después sufrió una intoxicación de metacrilato, lo que resultó en un cuadro de hipercalcemia e insuficiencia renal.
Pamela Sosa, quien fuera pareja de Lotocki durante ocho años, también se encuentra entre las víctimas que denunciaron públicamente al médico. Inicialmente, la ex vedette lo defendió de las acusaciones, pero más tarde ella misma inició acciones legales en su contra. Las inyecciones que le administró el cirujano resultaron en problemas de salud graves, incluyendo diabetes y granulomas. La se convirtió en una voz valiente al alzar la voz contra el cirujano y poner de manifiesto sus preocupantes prácticas.
Sosa, que estuvo vinculada sentimentalmente con Lotocki entre 2006 y 2014, había confesado sobre los materiales tóxicos que contenía su cuerpo. “Yo tengo aceite dentro de mi cuerpo, porque vale dos mangos y a Lotocki lo único que le importa es la plata”, aseguró.
Gabriela Trenchi también sufrió infecciones por metacrilato, al igual que Luna. Este material le causó graves daños renales, resultando en tratamientos de drenaje y diálisis. Trenchi no solo denunció la aplicación indebida de esta sustancia, sino que también resaltó cómo la negligencia médica afectó su bienestar y calidad de vida.
Trenchi afirmó que Lotocki gozaba de protección política para ejercer en su consultorio: “Él está muy protegido, está en una clínica inhabilitada cerca de la casa y nadie va a inspeccionar, nadie va a hacer nada con todo lo que está pasando. La vida nuestra no vale nada, vamos cayendo de a uno y es como que no significamos nada para la Justicia».
El caso de Cristián Zárate, un empresario de la construcción, resalta la magnitud de las consecuencias fatales de las prácticas de Lotocki. Zárate perdió la vida en 2021 como resultado de las intervenciones de Lotocki. La operación, realizada durante el pico de la pandemia de COVID-19, tuvo un desenlace trágico cuando el joven sufrió un paro cardiorrespiratorio. Este incidente condujo a la condena del cirujano, quien finalmente fue sentenciado a cuatro años de prisión y cinco años de inhabilitación profesional.
Fran Mariano, conocido por su participación en el programa «Cuestión de peso», también relató su experiencia negativa con Aníbal Lotocki. Mariano denunció inyecciones sin consentimiento y productos en mal estado que inflamaron su rostro. La historia de Mariano es un recordatorio doloroso de cómo Lotocki operaba sin respetar los deseos y la seguridad de sus pacientes.
“Vuelvo con él, siempre creyendo que era cirujano plástico y de los mejores. Le pedí que me retoque la nariz y el mentón. Me empezó a tocar la cara y me medía; me ofreció ponerme pómulos. Me propuso inyectarme agua fisiológica para probar si me gustaba y cuando me vi le dije que no me lo haga”, confesó, en su momento, Fran.
Virginia Gallardo, modelo y presentadora, sufrió las consecuencias de someterse a una cirugía de levantamiento de glúteos con Lotocki en 2008. Años después, compartió su padecimiento constante debido a la mala praxis del médico. Los productos utilizados en su procedimiento se endurecieron dentro de su cuerpo, provocando dolores y malestar continuo. La historia de Gallardo es un testimonio de cómo las decisiones médicas imprudentes pueden afectar gravemente la vida de una persona.
Mariano Caprarola, asesor de moda, también falleció debido a intoxicación por metacrilato. Antes de su muerte, insinuó que alguien lo protegía, temiendo represalias si hablaba. Estos casos evidencian la necesidad de una mayor regulación y responsabilidad en el ámbito médico-estético para prevenir tragedias como la de Silvina Luna.
El propio Caprarola había usado términos categóricos para referirse a él cuando fue consultado hace apenas un mes y medio: “No puedo decir la palabra ‘asesino’, porque eso lo va a dictaminar la Justicia cuando lo metan preso; pero cuando la Justicia lo ponga detrás de las rejas ahí voy a salir a decir que es un asesino. Hoy no puedo”.
Stefanía Xipolitakis, por su parte, también señaló las consecuencias negativas de su relación con Lotocki. Aunque no proporcionó detalles, expresó su empatía por Luna y advirtió sobre el riesgo de tener «una bomba en nuestro cuerpo» debido al metacrilato. La griega compartió que pasó años de terapia antes de hablar sobre su experiencia y sugirió que el cirujano aún ejerce impunemente.
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“A cualquiera de todas las que pasamos por las manos de ese asesino nos puede pasar lo que le está pasando a ella, porque tenemos una bomba en nuestro cuerpo”, enfatizó la hermana de Vicky sobre la figura de Aníbal Lotocki.