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Le dijo que «disfrutara» de sus últimos días y la asesinó a balazos

Acusan del crimen a un compañero de trabajo al que había denunciado por acoso y maltrato, y quien se encuentra actualmente prófugo.

Una joven de 25 años fue asesinada a balazos mientras trabajaba en un local de venta de alarmas y monitoreo de la ciudad bonaerense de Saladillo presuntamente por un compañero al que había denunciado por acoso y maltrato, y quien se encuentra actualmente prófugo. La tía de la víctima contó que el ahora acusado la amenazó dos días antes del crimen diciéndole que «disfrutara porque ya le quedaba poco».

Se trata de Mariana González, tía de Rocío Magalí González (25) y quien indicó al canal Todo Noticias (TN) que su sobrina le había contado a su padre sobre esta nueva amenaza del prófugo Renzo Eduardo Chidichimo (25) y que el viernes pasado ella tenía previsto denunciarlo ante la justicia, pero fue asesinada el día anterior.

«Ella, dos días antes de lo sucedido, le comentó a mi hermano que este señor le había dicho que contara los días, que disfrutara, que ya le quedaba poco», recordó Mariana.

Según la mujer, el agresor «fue directamente a matarla» y lo tenía todo «premeditado» y «pensado», al punto que «no le dio tiempo de apretar el botón antipánico» con el que contaba Rocío a raíz de las denuncias previas que pesaban sobre él.

La tía sostuvo que había una restricción de acercamiento, pero que el presunto femicida «no acató la ley».

«La quemó», describió la mujer sobre el ataque a tiros que sufrió su sobrina.

En tanto, la fiscal a cargo de la causa, Patricia Hortel, dijo en declaraciones a C5N que «en ningún momento» han dejado de buscar a Chidichimo y confirmó que este joven tenía una medida cautelar en su contra que en un principio la cumplió, pero después ya no, lo que motivó una segunda denuncia civil de la víctima en la Justicia de Paz.

«Vamos hilvanando su recorrido, pero todavía no dimos con él. Interpretamos que se está moviendo a dedo», indicó la instructora judicial, quien describió que el radio de búsqueda se da en una amplia zona rural, con «campos y taperas».

Un grupo de manifestantes marchó hasta la sede de la fiscalía de Saladillo, donde pegaron imágenes del prófugo y de la víctima y reclamaron justicia por Rocío, mientras que pasadas las 19 realizaban un corte en la ruta 205, que cruza la ciudad por el medio, y quema de cubiertas, lo que generaba un desvío del tránsito de camiones y vehículos.

Con pancartas, aplausos y cánticos pidieron por la captura del presunto femicida.

«Queremos que lo encuentren, vivo o muerto, pero que lo encuentren. La familia está destrozada», expresó Ana, tía de la madre de la víctima.

El crimen ocurrió el jueves en el local Carletti Servicios, una firma dedicada a la venta de sistemas de alarma y monitoreo de viviendas, ubicado en la calle Frocham 2832, de esa ciudad del suroeste de la provincia de Buenos Aires.

Sobre el brutal crimen

Según las fuentes consultadas por Télam, Chidichimo llegó al local fuera de su horario laboral, cerca de las 14, y se dirigió directamente a un cuarto donde se realizan los monitoreos de las cámaras de seguridad y en el que trabajaba Rocío.

Sin mediar palabra, Chidichimo desenfundó una pistola Bersa calibre 9 milímetros y disparó al menos siete veces en dirección a González, quien fue herida de gravedad.

Tras el ataque, el joven escapó, mientras que la víctima fue trasladada al sanatorio local, donde falleció a raíz de las heridas que le produjeron los disparos recibidos.

Voceros judiciales indicaron que la víctima había realizado una denuncia contra Chidichimo a fines del 2022 y otra en mayo de este año por maltratos, acoso laboral y violencia psicológica.

«Las denuncias fueron realizadas en la comisaría de la mujer, pero fueron ante el fuero civil, no penal, por eso las actuaciones se derivaron a un Juzgado de Paz, que tomó medidas cautelares», explicó un vocero.

Una de las medidas adoptadas fue el cambio de horario de trabajo de Chidichimo, para evitar que se cruzaran en el local, y además voceros policiales indicaron que existía entre ambos un perímetro de restricción de acercamiento.

En tanto, los investigadores reconstruyeron que Chidichimo llegó y se fugó de la escena del crimen en una moto de 110 cilindradas, que luego abandonó en un campo a unos diez kilómetros y que desde allí, siguió la fuga a pie.

Ante esta situación, el joven era intensamente buscado por agentes de la comisaría local y de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de La Plata y la SubDDI Brandsen, con la cooperación de las brigadas locales y del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) de la policía bonaerense.

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