Mientras cumplen con el acuerdo “bajo receta” hasta el 31 de marzo, laboratorios nacionales y multinacionales incrementan los productos de venta libre en farmacias, entre 8% y 12%, aprovechándose que no está regulado.
Fuentes del sector comercial de farmacias señalaron a BAE Negocios que “nunca estuvieron en el radar, los medicamentos de venta libre; siempre se habla y se apunta a los medicamentos recetados”.
De acuerdo con lo firmado, se establece que el precio de los medicamentos sólo podrá aumentar hasta un 3,8% mensual, hasta fin de mes. No obstante, también se previó la cláusula gatillo por la cual, en caso de que la inflación supere el 5% (lo que viene sucediendo), al mes siguiente las empresas podrán aplicar un aumento de hasta un punto por debajo de la medición del INDEC.
Los productos alcanzados son, por ejemplo: losartan (antihipertensivo), clopidogrel (antitrombótico), paracetamol (analgésico), ciprofloxacina (antibiótico), ibuprofeno (analgésico), salbutamol (broncodilatador), enalapril (antihipertensivo), entre otros. Esto se explica por el bajo cumplimiento y deficiente difusión de la ley 25649 de prescripción por nombre genérico.
«Concierto de aumentos»
“Seguimos asistiendo a un concierto de aumentos, con listas nuevas dos o tres veces al mes”, indicó un referente del sector. En la práctica, lo que viene sucediendo es que los laboratorios modifican los precios dos o tres veces al mes, ajustándolos luego de conocerse el índice de inflación de cada mes.
Los medicamentos de venta libre que aumentaron en enero y febrero entre un 8 y un 12% son las cremas antiinflamatorias, antimicóticos, digestivos, analgésicos y vitaminas, entre otros productos, dijeron las fuentes.
En medicamentos no existe un acuerdo similar al de los “precios justos” que se dan en otros productos, donde se seleccionan algunas marcas y presentaciones, a un precio más conveniente. El acuerdo alcanza en forma global a las más de 14 mil presentaciones de medicamentos recetados. Esto se hizo así para garantizar la libertad de prescripción por parte de los médicos de las distintas marcas, oponiéndose también los laboratorios a seleccionar un listado de marcas y precios más convenientes.
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“Se ha aceptado entonces una situación en la que existen grandes diferencias de precios entre marcas, de medicamentos que tienen la misma formulación y principio activo: hay diferencias de hasta 7 veces entre la marca más cara y la más económica – que en la práctica son iguales- en medicamentos muy usados”.