El ingreso a Santa Fe por la autopista que la une con Rosario fue sede de un nuevo ataque por el que esta vez apedrearon a un taxista. El hombre se encontraba trabajando cuando fue alcanzado por un proyectil a la altura del puente sobre el río Salado. Ante esta situación continuó conduciendo y llegó hasta la comisaría sexta, en donde recibió el auxilio de la policía.
Miguel (así se llama el taxista) relató su experiencia en Aire de Santa Fe. Comentó que había dejado a un pasajero en un country cercano a la zona cuando una persona lo sorprendió en medio de la ruta.
“Toqué los frenos y cuando hice eso, dos ladrillos impactaron contra los vidrios del auto y uno me pegó en la cara”, dijo. “Traté de dominar el vehículo y no paré. Llegué a comisaría todo ensangrentado”, reveló.
Este no es el primer ataque en la zona. Es por hechos anteriores que las autoridades decidieron colocar un patrullero en calles Iturraspe y Perón, pero la víctima del hecho aseguró que no había agentes cuando pasó por allí. “La policía le dijo a mi compañero que ellos cuidan de las 8 de la mañana hasta las 12 de la noche, que no pensaban que más tarde podía llegar a pasar eso”, contó luego.
El ataque le provocó al taxista dos heridas en el rostro: “Me pegó en el pómulo, abajo del ojo derecho y en la frente, que ahora se me está poniendo todo morado en esa parte”. Sin embargo, el trabajador lamentó principalmente el daño psicológico que le causó este hecho de inseguridad: “Te queda el daño psicológico porque decís ‘no voy a tal barrio porque me van a robar’. Y ahora ya no es el barrio en sí, es la ciudad completa”, reflexionó.
“Ya no hay zona insegura, es la ciudad en sí. La gente se enoja cuando le decís ‘hasta acá llegué’, pero son muchas cosas. Uno vive todo el día arriba del taxi. Lamentablemente es así. No tenés barrio, no tenés horario. A veces la gente te hace señas, entra a jugar la duda y a veces paga el más bueno por el más malo”, cerró.
Otro caso
Este no es el primer caso de un ataque en el ingreso a Santa Fe. El lunes 3 de abril, aproximadamente a las 17, una mujer recibió el golpe de un adoquín en su brazo cuando esperaba en el semáforo de calles Iturraspe y Perón.
Es a partir de este suceso que decidieron el traslado de la comisaría sexta a la zona, que se concretaría durante esta semana. Mientras tanto colocarían un patrullero que Miguel, el taxista, dijo no ver al momento de pasar por el lugar.